Epílogo

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—Ustedes son tan dulces que me empalagan —comentó Taehyung con la nariz arrugada, apartando la vista de la parejita que compartía la comida con dulzura

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—Ustedes son tan dulces que me empalagan —comentó Taehyung con la nariz arrugada, apartando la vista de la parejita que compartía la comida con dulzura. Jimin masticó la comida que Yoongi le ofreció con los palillos, mientras éste último miraba mal a su mejor amigo. Taehyung sólo miró por la ventana del restaurante—. Recuérdenme qué hago aquí, por favor.

—Dijiste que estabas aburrido y te ofrecimos venir a recibir al hermano de Jimin.

Yoongi se llevó un gran bocado a la boca mientras el delta revisaba la hora en su teléfono. Su hermano menor ya debió haber llegado a Seúl, sólo esperaba que no se perdiera al seguir la dirección del restaurante.

Y que no se enojara con él por no esperarlo para comer.

Taehyung bufó dando un sorbo a su bebida de uva. Ser la tercera rueda no estaba entre sus planes para ese fin de semana, pero no podía quejarse demasiado. Hoseok había decidido hacer una fiesta con sus propios amigos y prefería mantenerse alejado; no le gustaban las grandes reuniones.

Además de la música fuerte, la gente ruidosa, el alcohol, posible gente teniendo sexo en su baño, eran cosas que prefería no presenciar

Había recibido una pequeña introducción sobre el hermano menor de Jimin: era un alfa tres años más joven que ellos, aspirante a enfermero, que iba a estudiar en la misma universidad que ellos con la ayuda del delta.

Había escuchado que tenían desacuerdos con sus padres, pero no recibió tantos detalles.

Y tampoco es como si fuera de su incumbencia. Él sólo estaba allí porque estaba aburrido. Conocería al cuñado de su mejor amigo, tal vez tomarían algo y luego se marcharía a su departamento compartido, con la esperanza de no encontrarse una persona desconocida y ebria durmiendo en su habitación.

Estúpido Hoseok, me las pagarás.

Jimin hablaba con Yoongi sobre algo de lo que no prestó atención en lo absoluto. Le pareció escuchar algo como "proyecto final" o "graduación", pero una persona entrando en el restaurante capturó por completo su interés, haciéndolo ignorar la conversación de la pareja.

Un chico alto vestido con una chaqueta negra y pantalones gruesos intercambió un par de palabras con la recepcionista. El muchacho traía un gran bolso en su espalda y un gorro sobre su cabeza, además de un cubrebocas negro que ocultaba casi todo su rostro.

Por un instante pensó que era un asaltante, o un metalero que no conocía los colores, pero de inmediato aquellos pensamientos fueron espantados por un pequeño Yoongi que le regañaba por ser tan prejuicioso.

No debía prejuzgar la apariencia de las personas. Aunque admitía que se notaba que era muy guapo, a pesar de tener el rostro cubierto hasta la nariz, no debía hacer comentarios apresurados sobre alguien más.

Y menos cuando ese alguien más se acerca a tu mesa, se quita el tapabocas y saluda a tus acompañantes con una gran sonrisa de super modelo.

El hermano de Jimin era muy guapo. Demasiado guapo. Taehyung nunca tuvo claro si también le gustaban los hombres, pero estaba a punto de resolver esa duda cuando observó el cabello azabache librarse de aquel gorro oscuro en un movimiento.

Lo vio presentarse con Yoongi y hacer bromas con la parejita por unos segundos. Por lo que pudo observar, era el tipo de muchacho que le caía bien a todos; y que muy posiblemente, también le encantaría a él.

Se sintió atraído por aquella sonrisa brillante y la actitud fresca del alfa que, al notarlo, le tendió la mano a modo de saludo. Ni siquiera se percató de que había estado demasiado ensimismado en sus pensamientos hasta que Yoongi le miró raro. Esa mirada de "¿acabas de tener un viaje astral y justo Jungkook estaba frente a ti?"

Con algo de vergüenza, se apresuró a corresponder el agarre.

—Soy Jungkook, el hermano guapo —Jimin frunció el ceño y le otorgó un pequeño puñetazo en el hombro a modo de juego. Jungkook sonrió ante ello, pero sin dejar de ver atentamente al beta.

—Taehyung. Kim Taehyung.

El beta se felicitó a sí mismo cuando su voz no tembló. Estaba tan nervioso como intimidado por la bola de sentimientos extraños que aquel hombre le estaba produciendo, pero decidió no dejar que se le notara.

—Un placer, Taehyung.

Jungkook asintió y movió sus manos de arriba a abajo, guiñándole un ojo con coquetería, para luego tomar asiento con naturalidad.

Como si a Taehyung no se le hubiese parado el corazón con aquello. Y, bueno, tal vez un poco el pene también.

Cuando por fin logró despegar sus ojos del alfa, quien comenzó a ver el menú con la voz de Jimin de fondo, la expresión descolocada y burlona de Yoongi le dio a entender que se le había notado a kilómetros que aquel chico le atraía demasiado.

Ahora tendría a un molesto Yoongi bombardeando su teléfono de preguntas, a un estúpido corazón que se exaltaba por cada pequeño encuentro de miradas y un mini Taehyung incontrolable sensible por su libido alto.

Estúpido Hoseok, más te vale que pueda dormir en mi cama hoy.

Estúpido Hoseok, más te vale que pueda dormir en mi cama hoy

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vinegar smell ও jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora