El país de las maravillas... ¿Ficción?... O ¿Realidad?
_________________
"Su majestad, el conejo esta aquí" bisbiseo el guardia.
-Hazlo pasar -atacando la orden, un hombre de cabellos blancos cruza la entrada -¿tienes algo que ver? -señala la reina...
"No puedo hacerte entender. No puedo hacer que nadie entienda lo que está sucediendo dentro de mí. Ni siquiera puedo explicarlo a mi mismo" Franz Kafka
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
2022
El estado del sombrerero en el que se podía ver era igual al de sus víctimas, la locura. Lirón sabía que no podía ayudarlo, no como lo había visto, tenía que que hacer lo que pidió, ir por más mercurio o al final el tendría los efectos de este sin haber estado expuesto ante elemento. Al alejarse de la puerta se encontró con la liebre, quien tenía un tic en el ojo después de pasar la tarde con la adolescente, Lirón ignoro su pena y lo mando a encontrar más mercurio con ella, este se opuso, pero al mostrarle como se encontraba el sombrerero cambio de opinión, ambos creían que no volvería a reaccionar como, bueno, se podría decir un loco.
Pero hay cosas que por más que solo pasan una vez pueden volver a suceder.
Horas después pudieron encontrar una pila de mineral de cinabrio, este contenía 85% de mercurio así que serviría, hace mucho que no encontraban este tipo de mineral, era mucho más común encontrarse el mercurio vivido en su estado sólido, pero aún así no había el necesario para evaporarlo, se avecinaba una guerra no sabían cuándo, ese era el problema, era mucha más presión, esa presión que nadie creyó que volvería a pasar, pero siempre lo inesperado se presenta aún cuando no es invitado. Lirón y la liebre, que estaba siendo arrastrado por la menor, caminaban de nuevo al hogar del sombrerero para hacer entrega del mercurio recolectado, sabían que en resultado no era el que el esperaría, era lo que los tenía algo inquietos, aún así reunieron el valor, corrijo, Lirón reunió el valor mientras que la liebre se escondía detrás de ella, la puerta se abrió viendo al chico sin el sombrero con la máscara de gas en el rostro.
—¿Y? —se limita al decir.
—Lo trajimos, pero no creo que sea suficiente —le extiende una bolsa, el sombrerero mira dentro de ella para después darle la razón.
—Hagan algo útil yendo al castillo y trayendo los viejos armamentos y uniformes, antes los fabricaban con mercurio hasta percatarse del daño de ocasionaban, traigan todo eso, será más que suficiente para extraer lo necesario o eso es lo que espero yo.
Dicho eso el sombrerero cierra la puerta dando por finalizada la conversación, ya había avanzado en poco tiempo, el mineral de cinabrio lo colocaba dentro de una evaporadora, se sellaba sin dejar salir ni un poco del humo que se produciría. La máquina era transparente por lo cual se podía ver el proceso de la extracción del mineral, el sombrerero lo coloco a una temperatura de 630°C, estaría listo en una hora y media como mínimo, el invento que había hecho años atrás, era para mantener el vapor del mercurio dentro de bolas de cristal, el proceso de colocarlas en ellas era algo difícil de explicar, pero el sombrero era muy bueno realizándolo.
