-Eres mi Guardián. -

CAPÍTULO 4

Los días siguieron pasando y ninguno de los dos volvió a nombrar o siquiera insinuar algo sobre lo ocurrido en la laguna. Singto por su parte decidió encerrarse en sus entrenamientos y mantener su mente ocupada, mientras que el príncipe aunque quisiera no puedo encontrar espacio para ir en busca de su guardián, todos estaban a su alrededor ansiosos y felices por fiesta de cumpleaños sin olvidar el pequeño detalle, su posible, - muy posible - cortejo con algún príncipe o alfa de gran familia.

Así que Krist debía tener más clases de etiqueta, modales y hasta oratoria, aburridooo...

Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue el día que Matt, el pintor, lo visitó. Ese día comenzó un poco extraño.

§Flash Back§

—Hijo despierta

La voz de su madre era lo último que quería escuchar el príncipe en la madrugada, mejor dicho en la noche aún estaba oscuro ¿qué le pasaba a su madre?

—Es de noche, déjame dormir...

—Ya son las 4:30 am —recalcó la reina —te dije que duermas temprano

—¿Pará qu... —su pregunta quedó en el aire cuando una señorita entró en su habitación.

—Reina, la ducha está lista como ordenó.

—Muy bien, llama a Sea para que me ayude aquí.

—Enseguida Reina —la chica dando una reverencia salió.

A los pocos minutos un hombre de gran porte ingresó.

—¿Me buscaba Reina?

—Sí, lleva a Krist al baño.

El joven príncipe que era ajeno a su alrededor porque en algún punto se había vuelto a dormir, apenas y sintió como era cargado, logró reaccionar cuando su cálida y suave cama se transformó en una húmeda.

—Está f-frí-a... —tembló tratando de salir de aquel lugar.

—Estaba caliente hace cinco minutos.
Gracias Sea, puedes retirarte.

Cuando la puerta fue cerrada Krist pudo relajarse un poco más.

—Sacate el pijama.

Bueno no tanto.

—Reina mía, con todo respeto ¿no cree que ya soy lo suficientemente grande como para bañarme yo solo?

—Siempre serás mi bebé Krist —con cuidado acercó su delicada mano y acarició la suave mejilla del príncipe.

Aunque quiera ocultarlo, la reina tiene miedo, en pocos días un príncipe o alfa cortejará a su pequeño y se lo llevaría muy lejos, lejos de sus cuidados. Formaría una familia, pero su hijo es muy joven; sin embargo, sabe que es algo que no puede evitar. Viendo a sus lindos ojos marrones llenos de inocencia e ilusión le hace desear que ese día no llegue.

Sería egoísta de su parte evitar que su hijo conozca el amor, porque ella no se arrepiente de su esposo pero nada le asegura que el pretendiente de Krist sea tan bueno como el rey, su rey. Cada reino tiene sus reglas, algunas todavía son muy arcaicas, como que los omegas deben quedarse en casa y criar a los cachorros o las más terrible de todas; solo sirven para procrear.

Le aterra entregar a su hijo a un ser que no aprecie o cuide de su pequeño. Una vez que se case, ya no podrá hacer nada.

—Estaré bien.

Como si Krist pudiera ver su gran conflicto, trató de aliviar su angustiado corazón.

—Sé que sí, porque eres mi hermoso hijo.

—Ahora dime ¿por qué estoy aquí? En el baño, mojado y en pijama.

—Oh, bueno. Como sabrás en tu fiesta de cumpleaños todas querrán conocerte y tal vez intenten pretender una relación contigo.

—Eso ya lo tengo más que claro.

—Pero aquí en nuestro reino hay algunas tradiciones.

—¿Cuáles? -preguntó un poco nervioso.

—Bueno...esta que vas a experimentar solo se realiza en la casa real.

—¿Qué es? Dime, me estás asustando.

—Tranquilo, no es nada de malo. En unas horas vendrá Matt y...

—¿El pintor?

—Sí, aunque no es un pintor cualquiera, él lleva a cabo una de nuestras tradiciones.

—¿Puedes decirme? Me estoy congelado.

—Él tatuara tu piel.

—¿Qué? ¿Pará qué?

Mientras se quitaba la ropa para poder bañarse y no morir congelado en el intento su madre continuó con su explicación.

—Esas marcas serán las únicas cosas que te llevarás del reino cuando te cases.

El jabón casi se rompe entre los dedos de Krist al oír esas palabras.

—¿Y Singto? Ah~ hum... quiero decir mi guardián ¿él no se irá conmigo? —preguntó inquieto.

—Si te vas muy lejos del reino, Singto puede decir acompañarte o no.

—Dijiste que siempre estaría a mi lado. —Protestó un poco molesto.

Su madre miró la expresión de su hijo, casi podría jurar que había angustia y miedo de perder a su guardián. ¿O había algo que no sabía? ¿Algo más?

—Hablaremos de eso después. Lo que quiero decir es que en tu piel llevarás a tu reino. Matt marcará en tu piel tres cosas, uno —levantó su dedo índice —el emblema de tu reino; dos, algo que desees con todo tu corazón y tres; algo que ames.

Cada uno le recordaba a una sola persona. La única que ha ocupado sus pensamientos por muchos años.

—¿Alguien verá esos tatuajes?

—No, solo tú y muy probablemente tu futuro esposo. Matt tendrá prohibido hablar sobre el trabajo que hizo.

—¿Tienen algún lugar en específico?

—Sí, el emblema debe ir en tu cuello donde irá una de las marcas del alfa, el segundo en la cadera muy cerca de la ingle y el tercero en el interior de tu muslo izquierdo. En la noche de boda, el alfa marcará cada lugar, así forjaran un lazo inquebrantable y según nuestras creencias te dará fertilidad.

§ Fin de Flash Back §

Krist no negaría que estuvo muy entusiasmado por la llegada de Matt, aunque aún le duele un poco recordar los días y horas que se tardó pero tocando su cuello con suavidad sabía que valió la pena, cada minuto de dolor fue valioso por el resultado, su cuerpo ahora era un hermoso lienzo lleno de un dulce y amargo sueño. Un amor no destinado...

—Singto, si me voy te llevaré en mi piel... por la eternidad. —Susurró al viento, mientras contemplaba el atardecer desde su balcón. Aunque en su rostro se podía apreciar una sonrisa, muy pocos sabrían que está era la más triste del príncipe. Él desea nunca separarse de su guardián pero tampoco quiere obligarlo a estar contra su voluntad. —Te dejaré ir aunque yo muera de tristeza por no tenerte junto a mí. —Sollozó, su corazón dolía —Mi amado Singto. No me olvides... — las lágrimas caían como la noche, cubriendo todo en su oscuridad.

—Por favor quédate un poco más, no estoy listo para verte partir.

Gracias por leer

🥺Viene la hora sad. 🙃
Bueno un poquito 👌