Today is the day

91 11 1
                                    

Ya amaneció y desperté con una sonrisa en la cara, puesto que hoy voy al campamento, había dejado ordenada mi maleta con mi ropa preferída para el campamento, la noche anterior, así que no tenía de qué preocuparme, hoy era viernes y tenía que ir al colegio así que me fui a bañar y bajé a desayunar muy temprano, no se por qué pero justo hoy día me dio la gana de despertarme a las 5:15 A.M.

Así que salí rumbo al colegio a las 6:00 A.M, la cual fue una muy mala decisión puesto que había olvidado que el trayecto hacia mi colegio era un poco peligroso, debido a la alta delincuencia que se generaba en esta zona.
Estaba ya saliendo de mi casa cuando me acordé justo hoy día de llevar mi iPad al colegio puesto que como estábamos en exámenes teníamos varias horas libres y como ya había estudiado, aprovecharía estas horas para ponerme a jugar un buen rato; subí las escaleras de mi casa y tomé mi iPad y la guardé en la mochila y emprendí mi viaje hacia el colegio.

Para llegar hasta allá tenía que pasar cerca de 7 cuadras y a la mitad de ellas se encontraba la catedral de mi ciudad y yo todos los días que pasaba en frente me persignaba y seguía contento, y este día no fue la excepción, pasé enfrente y me puse a pensar en como sería el campamento, si sería como lo había visto en películas o si sería diferente, pero ahí me encontraba, alegre, caminando, cuando un chico de mediana estatura se pasa por enfrente de mí, haciéndome detener y me quedó mirando fijamente pero siguió su camino, no pensé nada malo y seguí caminando.

Ya faltaba poco para llegar a mi colegio, solo 2 cuadras y listo, pero pude avistar que el chico me venía siguiendo, cubierto con una capucha negra y largo pantalón me venía siguiendo en su bicicleta desde la catedral, así que me di la vuelta y lo miré fijamente, y de pronto se acercó a mi y me pidió que le ayude con una monedita, en ese momento me Asusté un poco y recordé que no tenía centavos, solo cargaba un billete de 10 dólares para comer en el receso y mi celular en el otro bolsillo, así que le dije que no le podía ayudar, que al regreso le podía dar y seguí caminando.

Cuando de repente salió otro chico más, con una navaja en la mano y el chico encapuchado de atrás, me agarró de la camisa y me dijo que le entrege todo mi dinero; En ese momento se me detuvo el corazón y no sabía qué hacer o decir, pasó por mi mente el pedir auxilio y gritar y correr hasta más no poder, pero tuve un bloqueo mental provocado por el susto y solo pude decir que no tenía dinero.

Entonces hize el viejo truco de doblarme los bolsillos para esconder el billete y unos señores pasaron en frente de nosotros y los ladrones me soltaron e hicieron como que si fueran mis amigos y me abrazaron para disimular y yo no pude decir nada.

Para cuando los señores estaban ya lejos, el chico encapuchado me dijo que le entrege mi teléfono y por suerte justo hoy, había llevado mi teléfono de emergencias, un nokia ya viejo que solo servía para llamar y me lo saqué y se lo entregué.

Entonces el no se quedó contento y me miró la mochila para ver que tenía, si me llegaban a quitar la mochila ahí si me hubiera desmoronado porque tenía la iPad ahí, así que le dije que no tenía nada mas e intenté correr y el me miró a los ojos también asustado y pude ver que era su primera vez, y con cuchillo en mano me intentó coger y yo me alejé de él y le dije que se lo regalaba pero que estaba mal lo que hacía.

Luego se dieron cuenta que estaba por pasar un carro enfrente nuestro y el se montó en su bicicleta y cuando iba a empezar a andar, yo de coraje se la empujé y lo iba a alcanzar, pero me dio pena el estado en el que estaba y estando el en el suelo, dejé que se marchara, parecía que volaba en su pequeña bicicleta y el otro ya se había marchado junto con el.

Al llegar al colegio no había absolutamente nadie, solo estaba el guardia y le comenté lo sucedido y el llamó a la policía, pero ya era demasiado tarde, ya un rato después, tocó el timbre de inicio de clase y ya habían llegado mis compañeros, así que les pedí que me prestaran un celular para avisarle a mis padres y seguir con la clase,
Al parecer no reaccionaron molestos pero me dijeron que tuviera cuidado al marcharme.

Pasaron las horas y ya era de tarde, estaba un poco atrasado para ir al campamento, así que tomé un taxi porque mi papá estaba ocupado y no me podía llevar a el cristo redentor, llegué 10 minutos atrasado pero el bus que nos llevaría al campamento todavía no había salido, recién se estaban subiendo las personas, metí mis maletas y me subí junto con mis amigos al bus, habían muchas personas que no conocía aquí, todas de mi edad y quizá para el final sería amigo de algunos ya.

A rejected diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora