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↷✦; g a m e r  o v e r ❞

Lee Know se recostó en su cama, cigarro en la boca y videojuego en mano. Como de costumbre. Era su día libre: martes.

Ayer había resultado un buen comienzo como "primer día de trabajo"; la paga no era mala, cobraba lo mismo que los taxis más caros, y encima el costo de la gasolina corría por parte de la familia de su cliente, lo cual era bastante beneficioso. Bangchan había resultado ser una persona divertida, a su extraña y molesta manera. Pero había logrado sacarle una que otra risa y muchas más sonrisas de las que admitiría. Además, era bastante atractivo a decir verdad. No es como si fuese de vital importancia en un trabajo, pero si eran cuarenta minutos de viaje prefería hacerlos con alguien agradable a la vista.

Sin embargo, había algo que comenzaba a molestarle, y era el hecho de no poder recordar de donde carajo conocía a Bangchan. Estaba seguro de que lo hacía de algún lado, el mismo Bangchan había dicho que su rostro le parecía conocido. Se exprimió la cabeza, pero apenas podía visualizar su rostro bajo otras luces, literalmente; quizás algún bar...

Sacó el cigarro de su boca con una mano, mientras con la otra maniobraba para continuar con su juego. Dio unos golpecitos, dejando las cenizas caer sobre un recipiente, distraídamente. Luego lo ubicó nuevamente entre sus labios.

No es que fuese seguido a bares, cuando lo hacía era con Jisung -frunció un poco el ceño ante el recuerdo-, y luego de que terminaron había ido menos de cinco veces. En todas había acabado ebrio como una cuba, llegando a su casa de pura suerte. La primera vez una chica amablemente lo llevó, inicialmente acercándose a coquetear con él pero acabando enterándose de todos los dramas del pelivioleta. Las otras no las recordaba bien (en una sabía que había dejado el auto en el bar y había vuelto tambaleándose por las calles), ni siquiera la última, que había sido hacía unas semanas, tres más o menos. Esa vez alguien lo había traído, un hombre, probablemente habían...

Sus ojos se abrieron súbitamente. El juego se puso en negro y apareció escrito en letras verdes "game over". El cigarro cayó de su boca.

¡Había tenido sexo con Bangchan!

(  ★  )

El incesante sonido de la alarma hizo que los ojos de Bangchan se entreabrieran de golpe. Gruñó cuando vio la hora, no podía quedarse ni cinco minutos más acostado. Era la 1:15, tenía solo quince minutos para bañarse, cambiarse y guardar sus cosas. Minho iría a buscarlo 1:30.

Con un suspiro se levantó, anoche se había quedado hasta tarde haciendo la mayor cantidad de deberes que podía. Cuando pasó frente a un espejo cercano a su cama, observó su reflejo; sus ojos estaban irritados, su cabello más despeinado de lo usual, y tenía grandes bolsas sobre sus mejillas.

Con horror notó que se parecía mucho a su hermano.

Murmurando cosas por lo bajo caminó hacia el baño, una vez allí tomó una ducha rápida que no le llevó más de siete minutos. Al acabar tomó el primer par de jeans que vio y una remera negra de mangas cortas con el logo de una banda californiana que se había presentado hacía unos meses en Mission Bay, la ciudad junto a Pacific Beach. Él había asistido al concierto, siendo de las pocas veces que permanecía en un lugar con demasiada gente por voluntad propia.

Guardó libros y cuadernos que necesitaría ese día, miró su reloj de muñeca para ver que ya era la 1:25. Rápidamente buscó algo que comer en su refrigerador, que dicho sea de paso estaba bastante vacio a excepción de algunas cervezas, leche, un pote de mermelada y un poco de queso. Tomó lo que quedaba de mermelada sin pensarlo demasiado y se lo comió velozmente apoyado en la mesada de donde había sacado una cuchara. Justo cuando estaba dejando las cosas en el lavabo, escuchó el pitido de un auto fuera de su casa, vio por la ventana y efectivamente se trataba de Minho.

drive  ਏਓ   ;  chanho , ver. censurada  ꒰ ✓ ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora