Sentimientos

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Finral podía ver la mirada perdida en el cielo de su joven compañero, ver a Asta en semejante estado era algo que para él parecía algo imposible, no sabía cómo proceder a preguntar, si sabía que entre él y Noelle estaban pasando cosas los últimos días, pero éste repentino sobresalto de Asta durante la cena y un par de minutos atrás cuando Asta dejó salir lo que tenía en su mente.

Se podía escuchar la melodía de los animales de la noche, acompañado de unas cuantas luciérnagas que inundaban el lugar con su luz. Asta miraba los pequeños insectos volando frente a él dibujando un pequeño camino de luz entre las estrellas del cielo, su mente se calmó durante esos minutos de silencio, después de externalizar sus dudas, se sentía un poco mejor, le extrañó no escuchar una respuesta alguna de su Senpai, pero es normal, eso pensaba, no es algo que él habría esperado escuchar de él. El chico inhaló un poco hasta llenar sus pulmones y cuando sintió que no podía sostener más aire, exhaló con calma dejando salir un poco de aquel pánico y confusión que rondaba en su cabeza, Finral sabía que necesitaba decirle algo a Asta, solo que no encontraba las palabras correctas, así que decidió dejar que la conversación lo guiara hacia donde tuvieran que llegar.

Finral: Así que... Noelle... Es normal que no la saques de tu cabeza, pasan todo el tiempo juntos ¿cierto? - Finral sonríe intentando parecer no entender lo que Asta decía, buscando comprender un poco a su amigo y haciendo que no se sintiera tan nervioso y presionado.

Asta: Creo que... Pasamos tanto tiempo juntos que jamás me había dado cuenta... - Asta extendía su mano y podía ver cómo algunas luciérnagas se posaban en su mano.

Finral: ¿Cuenta de qué?

Asta: Supongo que en algún momento lo pensé, pero, todo eso de los plebeyos y la realeza, ni siquiera llegue a considerar algo así como algo posible.

Finral: ¿Que ustedes fueran cercanos?

Asta: Algo así... - Asta se sentó aún con la mano extendida mirando las luciérnagas.

Finral: Asta, necesito que seas más claro, si voy a ayudarte necesito que me digas que pasa con Noelle.

Las luciérnagas salieron volando, el chico se levantó apoyándose con sus manos en las rodillas, el chico miraba hacia el castillo, por pura casualidad de la vida podía ver desde donde estaba con Finral la ventana de la habitación de Noelle, la chica se encontraba apoyada en la ventana mirando al cielo estrellado, Asta no pudo evitar pensar en las veces que lucharon juntos, cuando salían de misiones, cuando estaba en el festival de las estrellas, recordó verla usando por primera vez su traje de Valkiria, los días que pasaron en el reino del corazón, todo ese tiempo que había pasado con Noelle, por alguna razón que no sabía explicar, le traía calma y lo llenaba de una gran dicha, y como si las palabras en su boca no fueran suyas, algo no propio de un cabeza hueca, como todos lo consideraban a la hora de relacionarse, que el chico que solo pensaba en casarse con la hermana Lily dijera las palabras que Finral escuchó en ese momento, era algo casi increíble. La joven Silva giró su mirada desde el balcón y logró observar a Asta de pie en las escaleras de la entrada del castillo junto a un finral que parecía impactado, Noelle saludó con la mano, lo cual Asta respondió casi en automático con el mismo gesto. Finral quien no despegaba su atención de asta solo pudo articular una pregunta.

Finral: Asta ¿ P...puedes repetir lo que dijiste?

Asta: Creo... Que de verdad me gusta Noelle...

Desde el balcón la joven Silva ve como Finral toma a Asta por los hombros con emoción agitandolo con fuerza, Noelle miraba con confusión y duda la escena donde Finral abría unos portales y sacaba dos botellas de vino y le ofrecía una a Asta, Noelle solo podía imaginar que Finral estaba tramando algo, lo único que pensó para si misma fue que esperaba que no fuera otra de esas citas grupales que Finral solía hacer tan frecuentemente.

La Danza del Diablo y la ValkiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora