Reunidos

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El entrenamiento estaba por terminar, todos habían dado su máximo esfuerzo los últimos 6 meses. Muchas cosas habían sucedido durante este tiempo, nuevas amistades nacieron, nuevos rivales, nuevos sentimientos. Cada uno había logrado superar sus límites, habían dado el todo por el todo y el entrenamiento había rendido sus frutos, cada uno de ellos por igual había llegado al límite de sus habilidades y más allá. Para un joven soñador, sin poder mágico en un mundo donde la magia lo es todo, él había demostrado más que nadie lo que significa no rendirse, convirtiéndose no sólo en un asombroso caballero mágico si no inspirando a muchos otros a lo largo de su trayectoria para convertirse en rey mago.

Allí estaba él dando todo por el todo, aún cuando el entrenamiento había terminado podíamos ver como el joven de pelo cenizo seguía intentando hacerse aún más fuerte. Con sus espadas en mano lanzaba cortes en el aire, cortando el maná del ambiente, sintiendo la antimagia que corría por su cuerpo, sus habilidades de lucha con espadas habían aumentado considerablemente, era mucho más ágil que antes, sus reflejos eran increíbles y su lectura con el ki era tan precisa que ni pequeño insecto se le podría acercar sin que esté lo supiera. Mientras se movía cortando y golpeando las rocas que había alrededor de la zona montañosa donde se encontraba, iba cambiando de una espada a otra, de shukuma a metsuma, y de metsuma a danma, así lo hacía para poder controlar el agarre de sus espadas, velocidad y fuerza a la hora de atrapar las en el aire.

Mientras el chico seguía entrenando Luck y Finral lo miraban a lo lejos descansando y recuperándose del entrenamiento anterior, habían pasado horas luchando con Gadjah, para mejorar sus habilidades aún más. Habían estado los últimos días haciendo parejas, rotandose unos con otros para hacer diferentes combinaciones y estar preparados para una lucha en parejas y para poder probar técnicas conjuntas si la oportunidad de presenta.

Finral: Ese Asta, mañana tenemos que volver al castillo del corazón y se supone que hoy deberíamos descansar.

Luck: Estoy tan emocionado que podría unirme a Asta ahora mismo - Finral se gira y pone una mala cara para el rubio - Pero no tengo maná suficiente para seguir, así que descansaré por el momento Jajajajaja.

Finral:  Estos últimos días lo he visto mucho más centrado y su desempeño mejoró muchísimo, espero todo esto sea suficiente para enfrentar a los diablos de la pica.

Las horas pasaban, mientras Asta continuaba entrenando, Finral y Luck poco a poco cayeron en un profundo sueño. El joven toro había perdido ya la noción del tiempo, habían pasado horas desde que el sol se había ocultado, el ki de sus amigos le hacían saber que estaban ya dormidos. Después de varios minutos se detiene de lanzar cortes en el aire, suelta sus espadas y comienza a estirar los músculos, sintiendo como sus brazos eran más ligeros al no cargar el peso de aquellas oxidadas espadas.

Asta se aleja lentamente del lugar apartándose lo suficientemente de sus compañeros, lo suficiente para no molestarlos si hacía algún ruido, el chico se sienta en el borde del acantilado, desde allí puede apreciar la vista en su totalidad del reino del corazón, lo verdes campos ocultos por el velo nocturno, donde descansaban muchos seres vivos mientras otros estaban activos en la noche, el chico usaba su percepción de ki para saber lo que pasaba hasta donde sus sentidos lo permitían, quería dominar el arte de la lectura del ki como su maestro para que se volviera una herramienta automática, no pensar para tener que usarla, ya había llegado al punto en que sin mayor esfuerzo el alcance de su percepción era suficiente para cubrir un buen radio de distancia sin que le costará tanta concentración, esto le permitía al mismo tiempo poder sentir el flujo de energía que brota de sus espadas así como de su propio grimorio con mucha más claridad, permitiendo extraer mejor la antimagia.

El joven toro toma el grimorio con una de sus manos y bajo la luz de la luna lo ojea, página a página intentando leer los garabatos que contenían los misterios de sus armas, ya había hablado con Loropechika acerca de esos glifos y solo pudo averiguar que era el lenguaje de los demonios, a pesar que algunas páginas aún tenían los conjuros creados por Litch el Rey de los elfos y antiguo dueño de dicho grimorio, había intentado replicar todo lo que había en el grimorio intentando lo más que pudo replicar la magia de Litch con la esperanza de liberar una magia que él aún creía podía estar dormida en él, pero fue inútil en cada intento, pero gracias a esta información pudo conocer el alcance del poder de sus 3 espadas.

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⏰ Última actualización: Mar 12, 2022 ⏰

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La Danza del Diablo y la ValkiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora