20 - Serendibita.

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"¿Podemos estar juntos por siempre? Eres la joya más valiosa e única que he encontrado.

Kaito Kid. "

—¡AKAKO! —la llamó realmente preocupada.

La bruja estaba serena.

—¿Qué? —dijo burlona. —¿Ya sabes a quién elegir?

—¡No es eso! ¡Es que él...! —cortó de pronto. —No, nada.

Akako sonrió divertida.

La chica prefirió irse del salón antes de ser interrogada. Subió a los techos de la escuela y se acostó en el suelo para ver las nubes, suspiró.

"Con qué esto es amor, que curiosa sensación. "

Tan solo parpadeo menos de un segundo, pero cuando abrió los ojos, Kaito ya estaba viéndola desde arriba mientras se tomaba un jugo. Parecía estar fastidiado.

—¡Ah! —se incorporó rápido.

Él no habló, solo la observó molesto mientras sorbía con estruendo.

—¿Qué? —dijo ruborizada.

—No me hagas repetirlo.

De nuevo, ella no pudo hablar.

—Me gustas. —murmuró Kaito, con ligero rojo en sus mejillas.

El corazón de la chica comenzó a latir como loco y los nervios la hicieron desviar la mirada.

—¿Por qué? —preguntó.

Él alzó sus cejas, ligeramente sorprendido, pero, despreocupado, se acercó a ella, tratando de verla a los ojos.

—¿Al menos prestas atención a todas las notas que te he mandando?

Y ella solo quería desmayarse de la vergüenza.

—¿Tengo que besarte para qué lo sepas?

"¡AAAAAAAH!" su interior era un revoltijo.

Con suavidad, él pasó un dedo por la mejilla de la chica, girándola a su dirección, sus respiraciones se acercaron, ella apretó sus ojos con fuerza.

Aquella presión repentina en sus labios, se sentía realmente bien. Emocionante.

Oh, estaba besando a Kaito y además, su cabeza estaba en blanco.

Joyas | Kaito Kuroba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora