When This Rain Stops » kooktae (Adaptación)

Capítulo 5

Un peso que sintió arriba de él, y Jungkook se levantó de forma brusca, encontrándose con Taehyung arriba de él, aferrándose a su pecho, abrazándolo, haciéndolo fruncir el ceño y después, acariciar su cabello, volteando a ver su reloj.

Suspiró.

—Tae, son las 3:33 am, ¿qué pasó? —no respondió. Sólo escuchó el constante olfateo en su piel, cómo se aferraba más a él, y después, la incesante humedad que comenzó a invadir su regazo.

Una humedad que no paraba, pero que aumentaba mediante el meneo de caderas del menor, y al escuchar un gemido reaccionó, parándose como pudo con el omega en su regazo, y negó, viéndolo.

—Iré por un supresor-

—Por favor, tómame, Jungkook, hazme tu omega, por favor quítame este dolor —sus labios se quisieron dirigir al cuello del mayor pera este cómo pudo se quitó, haciendo gruñir al omega, pero luego gemir de dolor, quejándose. Bajó hasta quedar cara a cara con la entrepierna del otro, y comenzó a acariciarlo, sacando un gemido bajito del alfa.

Dios, estaba mal.

El mayor se paró de un salto y alejó al omega, viéndolo fijo, y salió del cuarto, negando repetidas veces, tomando su celular para marcarle a alguien.

***

—Llévalo contigo, por favor —el omega escuchó en la sala una voz aguda hablar con el otro, y frunció el ceño, pegándose más a la pared, abrazándose a si mismo para calmar el dolor infernal que estaba sintiendo en ese momento, arrugó su nariz— ayer casi me consumió, si no fuera porque estoy acostumbrado a las feromonas del celo por ti, lo habría tomado... necesito que lo lleves a tu casa o que me dejes quedarme contigo en esta semana, Seokjin, por favor.

Investigó. Su celo se apresuró por consecuencia de haber estado acurrucado, rodeado por las feromonas, con Jungkook, porque había estado tanto tiempo con un alfa de ese modo, acurrucado, rodeándose de feromonas.
Era más efectivo sólo con él porque lo había marcado, las feromonas se supone que sólo deben funcionar en Jungkook y que no deben llamar la atención de otro alfa que no fuera él.

Por lo que hizo un mohín.

Jungkook era el único alfa que podría tomarlo y podía hacerlo, sin ningún problema podría decirle a Taehyung que quería ese tipo de contacto, pero el hecho de que no lo haga, de que hasta en pleno celo no lo hizo, Taehyung cerró sus ojos, seguro.

La oscuridad que veía cuando los cerraba ya no lo asustaba como antes, porque sabía que podía abrirlos y cuando eso pasara, todo sería un día mejor que el anterior, un día donde no recibirá ningún tipo de abuso, donde puede estar seguro que vive con un alfa que jamás le pondría un pelo encima si no fuera para tocarlo después de pedir permiso.

Sonrió de forma inconsciente, apretando más la sudadera de Jungkook y llevando su nariz a ella, olfateando, llenándose de feromonas, de ese olor de menta de su alfa.
Tragó saliva, abriendo sus ojos, encontrándose con él. Le sonrió dulce, acariciando su cabeza.

—Te irás con unos días con Seokjin, Tae, es mi hermano mayor, prefiero que vayas tú y que no te quedes solo en esta casa —Taehyung llevó esa mano a su nariz para olfatearla, y negó, queriéndose acercar a abrazar al alfa, y esta lo aceptó, suspirando— es lo mejor que puede pasar, Taehyung.

—Puedes tomarme, por favor, pero no me dejes... —el corazón del hombre de 27 años se rompió un poco y abrazó más fuerte a su omega, negando.

—Te juro que jamás te dejaré, Tae, pero no quiero que llegue a pasar lo mismo que pasó esta mañana porque es peligroso, las feromonas son más fuertes porque eres mi omega y puede llegar a pasar que te llegue a tomar, pero en contra de tu verdadera voluntad, no es lo que quieres, y jamás en la vida quiero hacer algo sin tu consentimiento.

Se acercó a inhalar el hombro, y suspiró, asintiendo un par de veces, separándose para verlo.

—Después de que vuelva, ¿Podemos ver una película como ayer? Me gustó mucho —Jungkook asintió, sonriendo, y abrazó de nuevo a su omega, besando su frente.

—Cuídate, Tae, cuando vuelvas veremos una película.

***

—No esperaba que mi hermanito pudiera conseguir pareja, es que no la haz visto con lentes, es lo más gracioso que hay en la vida —el menor aceptó el té caliente que le dio el rubio, y después lo vio, negando.

—Ya lo he visto con lentes, es temporada de exámenes así que cuando los califica en la sala los usa —Seokjin sólo tomó de su propio té, tachando de su lista imaginaria de conversaciones que podría tener con el omega de su hermano, el burlarse de él.

Hizo un puchero, viéndolo.— ¿Si te haz acostumbrado a la rutina de limpieza? Algunas veces él en mi propia casa me quita para comenzar a limpiar mi baño, dice que no lo hago bien.

Y ahí los ojitos del otro brillaron, asintiendo.

—Él no me quita ni me hace nada, sólo me ha dicho lo que limpia y cuando uso la cocina me aseguro de limpiarla bien, siento que él es muy estricta y perfeccionista, todo su armario está organizado por colores y perfectamente planchado...

—Hasta su escritorio, el libro abierto tiene que estar a 14.9 centímetros para estar en el medio —el omega sólo ve un punto fijo, asintiendo, tomando del té.

—Lisa me contó de su escritorio, que no deja que ella lo limpie, de hecho Lisa dice que Jungkook es la única persona agradable en su trabajo.

Por lo menos se volvió más hablador. Seokjin se acercó más a él y llevó su mano a su cabeza, apoyándose, y sonrió, tratando de verlo lo más discreto posible para que el omega no se sintiera juzgado y menos, incómodo.
Seokjin bajó un poco más y rascó su mejilla, viendo la marca en el cuello del menor que parecía que en semanas, se iba a borrar.

Sus manos con las mismas marcas, pero parecían que merecían más tiempo de cuidado, comenzó a tragar saliva nervioso, acercándose más, señalando sus muñecas, con consecuencia, mostrando sus antebrazos llenos de cicatrices profundas. Lo vio fijo.

—¿Qué te pasó aquí, Tae?