Capítulo 8.

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|Peter|

Todo el día había estado buscando una respuesta al ataque del hombre que llegó casi muriendo al hospital donde trabaja la tía May.
Sabía que mi sentido arácnido me había avisado sobre ese accidente la noche anterior pero ¿Porque no logré ver nada? Me sentía enojado.Me aterraba volver a fallar y decepcionar a la gente de New York, ellos esperan un héroe que los proteja de cualquier peligro y si mi intuición no me fallaba, un gran peligro se acercaba y aún no lograba descifrar que era.

Busque por todos los rincones de la ciudad buscando algo que me ayudara a decifrar que es lo que estaba pasando pero no obtuve éxito en mi tarea.

Resignado aterricé sobre uno de los callejones de la ciudad, y me quite el traje, con el objetivo de irme a casa, está vez quería caminar, necesitaba tranquilizar mi mente.

-¡Pet, Peter! - oí una voz tras de mi, me giré encontrándome con una Mary Jane corriendo para poder alcanzarme.

-¡Hey!- Me detuve y caminé unos pasos para llegar a ella ¿Cómo estás?

-Bien gracias, ¿Que hay de ti? ¿Por qué tan pensativo? -abrocho su abrigo y comenzó a caminar conmigo a mi lado.

- Nada, es solo que hay muchos pendientes del colegio -me encogí de hombros.-

-Tal vez necesites despejarte un poco, ¿Quieres ir a tomar algo?- se detuvo a mirarme.

La pregunta de MJ me tomó por sorpresa, es una excelente compañía, sin embargo, las salidas con ella se habían vuelto más frecuentes y no quería que esto se malinterpretara ,pues yo solo la veía como una buena amiga.

-Lo siento M.J, es solo que quede de cenar está noche con May- rasque mi cabeza incómodo.

-Oh- miro abajo incómoda- No hay problema, entiendo- me sentí mal por no aceptar la invitación, pero era lo mejor.

-¿Caminamos juntos a casa? - ofrecí.

-Seguro- levanto de nuevo su cara sonriendo. -Vamos- tiro de mi mano para empezar a caminar hacia Queens.

|Lily|

Me encontraba curando las heridas del paciente que había llegado la noche anterior, cuando el doctor Drew entro a la habitación en compañía de dos oficiales de la policía.

-Lily, buenas tardes ¿No deberías estar en casa ya? -pregunto el doctor leyendo el expediente.

-Cubrí un par de horas extras ¿Todo en orden? -dije terminando mi curación.

-Así es Lily, ya puedes irte a casa.-

-Esta bien doctor, compermiso- salí de la habitación despidiéndome de todos las personas ahí dentro.

Después de cambiar mi uniforme y ordenar mis expedientes , me dirigí a la salida del hospital.

-Esto es peor de lo que imaginabamos- se escuchó una voz en uno de los pasillos.

- Tenemos que poner alerta a todos los ciudadanos de New York- dijo otra voz diferente a la primera .

-¿Estás loco? Eso solo pondría a todos en pánico-

-¡Estamos hablando de un asesinato por drenado de sangre! - Se escuchaba al hombre alterado.

Me lleve las manos a la boca sorprendida ¿Acaso estaban hablando del hombre que fue atacado ayer? Pero hace solo unos minutos se encontraba bien...

-Shh, baja la voz, alguien puede oirnos- susurro el otro hombre.

-Tenemos que decirle al capitán, y poner alerta a todos los policías de la ciudad -

Seguía tan sorprendida de lo que había escuchado que no me percate que los hombres habían dejado de hablar y se dirigían hacia donde yo me encontraba.

-Buenas noches señorita ¿Se encuentra bien? - Me pregunto uno de los oficiales que había visto en minutos atrás.

- Si, si- trate de parecer normal- Yo solo iba hacia la salida- señale el elevador- Hasta luego- y sin esperar una respuesta me dirigí rápido hacia el elevador.

Lily salió del hospital aún pensando en la conversación de las personas del hospital ¿Se había muerto su primer paciente? ¿Cómo? Si momentos antes ella lo veía bien, pero algo que también la intrigaba era la supuesta urgencia por poner alenta a los ciudadanos de New York ¿De verdad era tan grave el problema?

Lily decidió que lo mejor era despejar su mente, compro un café en la cafetería fuera del hospital y se abrió camino a casa. En el trayecto se encontró con un puesto de periódicos, cuyos titulares del Clarín mostraban "¿Doctor Morbius Responsable del accidente del Barco?" . Lily había escuchado días atrás sobre aquella noticia, lo que le llamaba la atención era que el doctor Morbius fuera responsable de aquello, ya que aquel doctor era reconocido por su gran trabajo en la ciencia.

Lily pagó por un ejemplar y lo guardo en su bolso para seguir su caminata al metro.

Mientras caminaba se  percato de que una pareja caminaba delante de ella, una de la voces se le hizo conocida, sin duda era Peter, y no era extraño que a su lado caminara una muy contenta Mary Jane. Algo extraño se removió dentro de Lily, supuso que eran los estragos de la leche entera de su capuccino.
Paso de largo, pues no creyó que fuera bueno intervenir en aquella conversación, además ella ya tenía un objetivo claro , llegar a casa y tirarse a la cama, no necesitaba más distracciones.

- ¡Lily! - escuchó su nombre tras ella, escucharlo de aquella voz tan conocida le erizó la piel.

La chica volteó más rápido de lo que hubiera querido y mostró una falsa sorpresa.

- ¡Hola Peter! Mary Jane que sorpresa verlos- no pasó para nada desapercibida la molestia de la acompañante de Peter, pero no le pareció para nada extraño.

- De nuevo doblando turnos ¿Eh?

- Una forma de matar el tiempo- la chica se encogió de hombros. A Peter le pareció tierna la forma en la que la Lily se envolvía en su abrigo para tapar las ráfagas de aire comenzaban a sentirse en la ciudad.

- ¿Vas para casa? - cuestiono Peter.

-Sí, justo estaba por tomar el metro señaló Lily ¿Ustedes?.

-Peter me acompañaba a casa- irrumpió Mary Jane.

- Genial, no interrumpo más su camino, supongo que nos veremos luego- Lily estaba por dar la vuelta hasta que el castaño la detuvo.

-¿Quieres que te acompañemos a casa? - Mary Jane lo miró incrédulo.

-No es necesario Pet- Mary hizo una mueca por la manera en que Lily le llamó a su amigo- Tía May debe estar esperando por ti. Muchas gracias de todos modos- Lily lo miró regalándole una sonrisa.

-En ese caso te vas con cuidado ¿Quizá un mensaje cuando estés en casa? Ya sabes para saber que has llegado bien.- Peter se rascó la cabeza nervioso, tal vez había sido demasiada confianza de su parte.

- Por su puesto Peter, cuenta con ello- Lily estaba conmocionada por la preocupación de Peter, pareciera que desde aquella terrible noche, el sentimiento de protección del chico hacia Lily se había activado, y a ella le parecía un detalle muy lindo.

Lily se despido finalmente con un ademan de manos,para Mary Jane no paso desapercibida la forma en la que Peter miraba a la chica que acababa de marchar.

Segunda Oportunidad | Andrew Garfield y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora