Un amor inexplicable [EreMika]

Voz

Para él, el tiempo se había detenido.

La llamada que estuvo esperando toda la noche se había hecho presente.

Estaba ansioso, podía sentirlo gracias a su ritmo cardíaco que iba en aumento, llegando a imaginar que su corazón saldría de su cuerpo. Tomó sus manos y las apretó contra su pecho percibiendo cada una de sus pulsaciones. Inhaló profundamente, retuvo el aire unos segundos en sus pulmones para terminar expulsándolo en un suave suspiro, repitió una vez más la respiración hasta que esta volvió a la normalidad. Logrando de esta manera articular algunas palabras.

-B-buenas noches, Mika -fue lo que pudo pronunciar.

-¿Cómo estás? -repitió ella.

-Muy... muy bien, feliz de escucharte, ¿y tú? ¿Cómo te encuentras hoy? -estaba ansioso, ella podía percibirlo.

-Igual que tú, feliz de escucharte. Pensé que no querías hablarme. Te escucho un poco nervioso, ¿te sucede algo?

-Bueno... creí que no llamarías hoy y para serte sincero estuve esperando tu llamada todo el programa.

-Y dime, ¿por qué esperabas tanto mi llamada esta noche? -Indagó curiosa.

Los oyentes, la técnica y el personal de audio esperaban atentos la respuesta del joven locutor, su nerviosismo y la manera en la que este parecía ser él el invitado y no el anfitrión del programa los tenía intrigados a todos.

-El viernes será la reapertura de la discoteca Paradis. Esta noche estuve obsequiando pases para la fiesta, imagino que escuchaste la dinámica para obtenerlos -expuso. Dejando de darle tantas vueltas a ese asunto.

-Así es, escuché todo el programa, pero...

-Supongo que te preguntarás a dónde quiero llegar con esto. -Una leve sonrisa se formó en la comisura de sus labios, estaba seguro que ella sentía curiosidad por sus palabras.

-Supones bien. Recuerdo que eran dos, así que ya no tengo oportunidad de obtener alguno -dijo un poco desanimada.

-Escucho tu voz un poco decaída. -Eren notó un leve cambio en el tono de su voz.

-No. Tranquilo no es eso, es solo que... olvídalo, no es nada -murmuró. No quería preocuparlo.

-Mmm... Mika, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-A ti... ¿te gustan las sorpresas? -cuestionó. Acariciándose el mentón.

-Sí, ¿por qué? -Su curiosidad había regresado y su voz la dejaba en evidencia.

-¡Esta noche tengo una para ti! -exclamó, con una emoción tan grande que todos podían sentirlo.

-Dime, ¿cuál es la sorpresa? -preguntó ansiosa.

-Tengo un brazalete VIP para la fiesta del viernes. Quiero invitarte, ¿te gustaría acompañarme esa noche?, serías mi invitada de honor.

El silencio se hizo presente por unos instantes, los segundos en los que ella no pronunciaba ninguna palabra le parecían eternos. Muchos pensamientos se fueron formando en su mente, sintiendo cómo la ansiedad regresaba. Respiró y se armó de valor para ser él quien rompiera con ese silencio.

-Mika, ¿sigues ahí? -preguntó nervioso.

-Sí, perdón.

-No te preocupes si no puedes asistir, mi invitación de seguro te tomó por sorpresa, debes tener otros pla... -No pudo terminar la frase, cuando ella retomó la palabra.