3. Demente

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Lisa pensó que nunca más volvería a saber nada de Jennie.

El hecho estaba consumado, las razones de su increíble encuentro satisfechas.

Cuando vio a Kai el lunes en la mañana, con mucha diversión recordó los besos intensos, la piel exquisita, los gemidos y los dulces orgasmos que compartió con Jennie hasta que ambas exhaustas se desplomaron sobre las sábanas.

No solía ser tan retorcida, pero no pudo evitar preguntarse si la pareja tenía sexo así de intenso como el que tuvieron ellas. ¿Tan caótico y ardiente? ¿Así de apasionado? Lo dudaba mucho.

 No podía decir que lo que ella y Jennie compartieron fuera sentimentalmente intimo de ninguna manera, pero si estuvo caliente muy caliente, un exquisito desborde de pasión.

No fue solo la necesidad de alcanzar el orgasmo entre ellas había algo más, como si ambas persiguieran el mismo objetivo, el objetivo tácito de desquite, ambas escapando de sus realidades una la de estar en un trabajo poco motivante pero que implica un pago seguro y la otra de estar en un matrimonio que parece perfecto aunque en el fondo no lo sea.

Perdida en sus pensamientos, se quedó atónita al ver que tenia a Jennie frente a ella.

-Oh, disculpen.- Lisa vaciló apoyándose en el marco de la puerta con la carpeta de archivos que Kai le pidió en sus manos.

Él la miró al mismo tiempo que Jennie lo hacía, desde su lugar en una de las sillas de cuero negro frente a su escritorio.

Lisa tuvo que admitir que Jennie era muy buena, mejor que ella incluso, porque ni siquiera se inmutó al verla.

Ella solo le ofreció una sonrisa cortés y un -Hola de nuevo, Lisa ¿Verdad?-

Lisa asintió. -Es un placer volver a verla señora Kim, siento interrumpir.-

-Vuelve después del almuerzo.- Dijo Kai autoritario.

Idiota cornudo pensó Lisa mientras se alejaba y regresó a su escritorio. Desde donde estaba sentada tenia una buena vista de la oficina de su jefe.

El vidrio esmerilado lo ocultó pero Lisa pudo distinguir las sombras. No estaba sucediendo nada emocionante y Lisa estaba lista para ignorarlos con lo que fuera que estuvieran discutiendo, cuando la puerta se abrió.

Kai iba adelante mientras Jennie lo seguía con el bolso chanel colgado del hombro. Sus ojos se encontraron brevemente con los de Lisa, pero se desviaron como si fuera un elemento más en la oficina.

Al doblar la esquina, Lisa vio que su figura comenzaba ya a desvanecerse por el pasillo cuando algo cayó al suelo detrás de ella.

-Señora Kim.- Dijo Lisa rodeando su escritorio. Se apresuró a recuperar el trozo de papel parcialmente arrugado. -Espera, se le...- Se interrumpió al darse cuenta que en el papel había escrito algo.

-¿Perdón?- Jennie cuestionó.

Lisa forzó una sonrisa. -No importa, disculpe. ¡Que tengan un buen almuerzo!-

Kai le dio una sonrisa con los labios apretados y guió a Jennie poniendo su mano en su espalda.

Volviendo a su escritorio, Lisa desplegó el papel arrugado en su regazo.

Una gran sonrisa apareció en su rostro mientras sus ojos repasan cada uno de los dígitos que formaban el número de teléfono anotado sobre el papel.

...-...


Pasaron tres días hasta que Lisa finalmente la llamó, por lo que Jennie al contestarle lo primero que hizo fue reprenderla con un -Te tomó bastante tiempo.-

𝙈𝙮 𝙁𝙖𝙫𝙤𝙪𝙧𝙞𝙩𝙚 𝙂𝙖𝙢𝙚 | Jenlisa/LisreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora