9. Following The Sun

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Las cosas en la oficina comenzaron a cambiar, aunque Lisa tardó en darse cuenta considerando que era algo habitual que los estados de animo de su jefe variaran como un péndulo.

Pero esta vez era diferente, era como si una nube negra se hubiese asentado para siempre sobre Kai.

Hoy incluso podía oír sus gritos enojados amortiguados por las finas paredes. No era raro que le gritara a alguien por teléfono. Ocurría casi una vez por semana y nadie se preocupaba por prestar mucha atención.

Solo que ahora si había algo particular, los gritos de Kai eran más agudos, su lengua mucho más áspera y afilada, su tono menos profesional como si estuviera discutiendo con un familiar.

-¿Puedes oírlo?- Lisa le preguntó en voz baja a Mingyu, el joven de mantenimiento que estaba subido a una escalera arreglando una bombilla quemada, muy cerca de la oficina de Kai.

Él asintió y Lisa le hizo un gesto para que se acercara.

Una vez lo tuvo enfrente le pregunto. -¿Entonces qué oíste?-

-Uh, creo que está hablando con su esposa-

Al escuchar eso el interés de Lisa creció de inmediato. -¿Acerca de que hablaban?-

-No lo sé- El chico dijo encogiéndose de hombros.

Lisa puso los ojos en blanco. Inútil.

-Gracias- Ella agitó una mano, despidiéndolo de su presencia.

Mingyu asintió y se escabulló, casi resbalándose en el último peldaño de la escalera, cuando volvió a subir para seguir con sus tareas de mantenimiento.

Si quieres hacer algo bien hazlo tú misma, pensó Lisa levantándose y agarró algunas fotocopias de su escritorio, acercándose a la trituradora de papeles ubicada al lado de la oficina de su jefe.

Mientras trituraba las fotocopias, pudo alcanzar a distinguir algunas cosas que Kai decía.

-No eres nada sin mí-

-Yo construí esto-

-Estoy harto, Jennie tú no te...-

-¡Dormiré donde quiera, yo pagué por esa cama!-

¡Ups!

Lisa se alejó una vez que el último papel pasó por la máquina y volvió a su escritorio.

Regresando a su silla justo a tiempo para que se abriera la puerta de la oficina de su jefe.

Kai apareció con la cara roja y una evidente expresión irritada. Soltándose la corbata, se acercó al escritorio de Lisa.

-Cancela mi cita de las once- Vocifero molesto Kai.

-Enseguida ¿Debería reprogramarla?-

-No-

Kai se alejo, metiendo la mano en el bolsillo de sus pantalones en busca de su celular. Los ojos de Lisa lo siguieron hasta que no pudieron más.

Extraño pero igual de idiota arrogante que siempre pensó Lisa, preguntándose qué estaba pasando exactamente.

...-...


Lisa mantuvo su teléfono a mano, esperando a ver si Jennie le enviaba un mensaje. Después de una pelea como esa con su esposo, Lisa supuso que ella querría tener sexo para distraerse.

Algo para relajarse. Calmarse. Sacar todas esas malas vibraciones y energía negativa de su sistema y experimentar una ola de endorfinas.

Pero Jennie no envió mensajes de texto ni la llamó y Lisa se estaba aburriendo. O más bien se estaba poniendo nerviosa. Estaba preocupada, sentía que no era una buena señal que Jennie no intentara contactarla.

𝙈𝙮 𝙁𝙖𝙫𝙤𝙪𝙧𝙞𝙩𝙚 𝙂𝙖𝙢𝙚 | Jenlisa/LisreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora