Unidad de Protección a Testigos

Parte 13

Los policías distribuidos en casi todo el hospital. Saludaban con respeto mientras Nan se habría paso entre los pasillos.

El moreno se veía seguro, pero en su ceño fruncido se notaba la preocupación.

El chico llevaba por lo menos dos días en coma. Y aunque los médicos había dicho que estaba fuera de peligro, Kim temía que se complicaran las cosas.

Un segundo testigo. Quien pudiera imaginarlo. De pasar a no tener nada en contra del maldito Heun Suk, a tener dos testigos. Era un gran golpe de suerte. Pero primero, debí asegurarse que el chico estuviera en condiciones de declarar.

Nan vio en su cabeza el flash banck del momento cuando llegaron al lugar.

Unos vecinos advirtieron de extraños golpes. Nam estába al corriente que era el lugar de trabajo de Park Jimin y su único vínculo.

Preparó la unidad de asalto y cuando considero era el momento entraron. No podía haber llegado más a tiempo. El chico, medio muerto tirado en el piso. Los tipo de Keun Suk rodeándolo. Luego fue una ecena de las que Nam, había visto demasiadas veces. Uno de sus policías del grupo de asalto había resultado con una herida severa en la columna y los malditos había podido escapar.

Nam estába seguro que uno de ellos habían resultado también con una herida grave. El grandote,no pudo esquivar del todo la balacera. Pero gracias a eso, ahora tenía su ADN regado por el destrozado lugar. Ya tenía lo suficiente para vincularlos solo era cuestión de tiempo.

Nam se frenó frente a la sala de cuidados intensivos. Los custodias de la puerta apenas se inclinaron para saludar y luego tomar nuevamente la postura de alerta.
El moreno miro atraves del vidrio al chico pálida que yacía en la cama, rodeado de aparatos eléctricos que indicaban sus signos vitales.

Todavía se pregunta cómo un cuerpo tan delgado, había podido soportar semejante paliza. Su cuerpo entero se adornaba de manchas moradas y rojas, producto de los golpes.

Nam sintió mucha pena, al recordar la llamada a sus padres.

- Sr.  Kim Seok? Ustedes es el padre de Kim Seok Jim?- pregunto.

Del otro lado una vos tosca y con desprecio le respondió que el no tenía hijos y luego colgó.

Ambos chicos estaban solos en el mundo.

Nam odio al hombre, que clase de padre podría comportarse de esa manera.

- Jefe Nam -irrumpio una voz femenina desdé si derecha.

Nam giro y estrecho su mano a la directora del hospital. Una mujer que se mantenía sumamente bella a pensar de sus años.

- Cuando va a despertar?- pregunto, volviendo una vez más su mirada hacia el maltratado muchacho.

- No es algo que podamos determinar con presión. El chico está fuera de peligro, pero eso no quita que sus lesiones no sean graves. Es cuestión de tiempo. Puede llevar unas horas o unos días. Tengamos paciencia- concluyó la mujer dándole una sonrisa- el muchacho es fuerte, aunque no lo parezca.

Nam sintió sin apartar sus ojos. Debía informar al equipo de Kim.