恐れ⒊

688 87 39
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las risillas se podían escuchar por toda la escuela, el día se encontraba sumamente soleado y despejado, era perfecto para salir a jugar con todos los compañeritos del salón, Jake que no tenía muchos amiguitos se quedó junto a su mejor amigo que a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las risillas se podían escuchar por toda la escuela, el día se encontraba sumamente soleado y despejado, era perfecto para salir a jugar con todos los compañeritos del salón, Jake que no tenía muchos amiguitos se quedó junto a su mejor amigo que al parecer era el unico pequeño que no tenía una linda sonrisa en la carita.

—Hoonie, ¿te duele la pancita? —pregunto Jake al lado del pálido, sumamente preocupado por la actitud triste de su amigo. ¡Hoy ni siquiera le dio su besito de buenos días!

—Ño. —contestó con un puchero.

Al verlo desanimado Jake tuvo una idea, lo dejo solo con sus suspiros por un momento y regreso feliz con un papel en las manitas.

Le extendió la hoja de papel y un caramelo que había guardado para comer en receso.
—Hoonie, mira lo que hice para ti y este dulce es muy rico, te animará.

Sunghoon observo el dibujo en sus manos, dos figuritas tomadas de la manos se posaban en una granja con animalitos al redor recogiendo fresas en una gran canasta.

Y Sunghoon se puso a llorar.

—Hoonie, ¿Qué tienes?— Jaeyun espantado le llamo.

—Yunie.. yo- ya me voy... —decía entre hipos y sollozos.

—¿A dónde? ¿al baño?—confundido ladeo la cabezita.

Sunghoon negó, se levantó y caminó en silencio,  Jake quedó solito en medio del jardín viendo a su Hoonie caminar a la distancia.
Sunghoon apretó el dibujo y el caramelo entre sus manitas, camino al salón para guardarlos en su mochila mientras lloraba y sus compañeritos lo observaban curiosos.

—Tal vez se estaba haciendo pipi...—susurró Jaeyun pensando que Sunghoon lloraba porque ya no aguantaba.

Después de eso, Sunghoon no volvió a hablar, en la hora de salida ni siquiera lo vio irse o a su papá omega, por eso ni se despidió de él.

Jake se quedó solito esperando por unas horas a su mamá con pucheros y lagrimas en la carita, se encontraba muy cansado, tanto que cuando llegó a su casa junto a su mamá terminó rendido, durmió por toda la tarde para despertarse, cenar y volver a dormir.

𝙎𝙩𝙧𝙖𝙬𝙗𝙚𝙧𝙧𝙞𝙚𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora