¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sunghoon daba pasos adormilado por la puerta del lugar, la enorme casa estaba repleta de personas que salían y entraban, bebían y bailaban, gritaban, corrían y realizaban obsenidades con música a todo volumen de fondo.
Entro de lleno al lugar, recibiendo un crudo golpe de olor que lo mareo, olía horrendo, alcohol, tabaco, sudor y feromonas distintas de personas lujuriosas, que sintió vomitar.
Entro detrás de Heeseung recibiendo la mirada de muchas personas.
—Sunoo, ¡llegué!
—Oh, aquí estás.—saludo alegremente el chico que estaba en la entrada recibiendo a las visitas.
Heeseung lo abrazó y este recibió gustoso la muestra de cariño, Sunghoon parado e incómodo veía a su amigo hablar animadamente con el chico de lindos ojos.
Cuando por fin Heeseung recordó a Sunghoon, se dirigió a él.
—Sunoo, este es Sunghoon mi amigo, Sunghoon este es Sunoo, mi... otro amigo. —dijo rascándose la nuca.
Hubo un silencio incómodo que fue roto por Sunghoon que trataba con todo su voluntad no soltar una carcajada.
—Mucho gusto.—dijo Sunghoon.
—Igualmente, disfruten de la fiesta, luego los acompañare un rato, estoy un poco ocupado en estos momentos.—Sunoo salió corriendo al otro lado de la casa, dejándolos con las palabras en la boca.
A Heeseung se le hizo extraño pero lo dejo ir, parecía estar en apuros, Sunghoon simplemente alzo los hombros en desinterés; ambos siguiendo sus caminos.
El pálido vago por el lugar, tomo una bebida y se sentó en un sillón a mirar alrededor.
Después de unos minutos, totalmente asqueado y cansado salió de la casa a respirar un poco de aire limpio. Dentro, las personas se le insinuaban descaradamente, betas, alfas y omegas se restregaban en él tratando de incitarlo con sus feromonas a excepción de los betas que simplemente se restregaban en él con descaro, le invitaban tragos sospechosos y le hablaban muy de cerca. Ya estaba harto, quería salir de allí, pero Heeseung seguía ocupado buscando a Sunoo.