Flotando. Ese es el adjetivo que me define ahora mismo. Llevo mucho tiempo en este trance, suspendida en el aire, en medio de la nada. No siento mi cuerpo,mis extremidades, mi cabeza, nada. Solo siento alivio, alivio de estar sola y poder respirar un poco en esta especie de limbo. Pero después de llevar aquí tanto tiempo y haberme acostumbrado a este estado, empiezo a notar algo que me inquieta. A lo lejos percibo una luz. Una luz blanca y hermosa que cada vez se va acercando más y más. Me siento muy tentada de acercarme a ella para ver que hay al otro lado asique no dudo más y corro, corro hasta alcanzarla.
Estoy despierta, he vuelto al mundo de los conscientes y puedo escuchar a varias personas hablando entre ellas. Parecen bastante euphoricos cuando me ven abrir los ojos. Al instante me sobresalto, ya que una mujer mayor empieza a repetir lo que supongo que es mi nombre entre lágrimas.
-Mamá, tranquilízate, las estás asustando-dice una chica de pelo largo negro y ojos serenos aunque tanto ella como esa señora parecen no haber dormido por semanas-.
-Señora Kwang, ya le he dicho que debe controlarse-dice el que parece ser el doctor-.
-Bien, señorita kwang, ¿cómo se encuentra?-¿me habla a mi? Es decir, supongo que si porque me está mirando fijamente-.
-Eh...si, eso creo pero, con todo el respeto-digo mirando a la mujer y a su hija- por lo que he escuchado debo de formar parte de su familia pero, no se quienes son...-la mujer que parecía haberse calmado comienza a llorar de nuevo, apoyándose en el hombro de su hija-.
-¿Por qué no nos recuerda?-pregunta la hija algo preocupada-.
-En el choque su cerebro debe de haber sufrido un duro golpe en la parte frontal del cráneo. Pero ya les comentamos que esto podía pasar. Lo sentimos-.
-¿No voy a recuperar nunca la memoria?-pregunte exhausta-.
-Eso nunca se sabe, por el momento deberá permanecer aquí un día mas para hacerle las revisiones y ya mañana le daremos el alta-asentí con la cabeza-.
Después de esto el médico le indicó a la que supongo que era mi madre y a mi hermana que salieran de allí, que yo tenía que comer y que mañana podían volver a verme. Me quedé pensativa. Quería acordarme de ellas, se las veía buena gente y se notaba que yo era alguien importante para ellas. Mientras estaba en mi trance no me di cuenta de que un chico de pelo castaño con una mecha rubia había entrado en mi cuarto. Se quedó mirándome y yo empecé a sentirme algo incómoda.
-Perdona, ¿buscas algo?-el chico parecía algo dudoso, y finalmente habló-.
-No perdona, me he equivocado de habitación-enseguida se fue, dando un horrible portazo-.
-Que poca vergüenza...-pensé-.
Al día siguiente volvieron mi madre y wendy, que por lo visto si que era mi hermana. Me arreglé y aunque me daba un poco de cosa irme con un par de desconocidas, sabía que lo que ellas me habían dicho era cierto. El viaje en coche fue extraño porque todo el tiempo tenia la sensación de haber pasado por aquellas calles pero no lo recordaba. Era muy frustrante. Al fin llegamos a casa. Mamá aparcó enfrente del garaje y como de la nada apareció un precioso husky de ojos azules. Me bajé corriendo a acariciarlo y el perro prácticamente se tiro encima mía, dejando mi cara llena de babas.
-No creo que lo recuerdes, pero esta es nana, tu perra, nos la dejaron en frente de la puerta de casa cuando tenías diez años y desde entonces siempre has estado muy unida a ella-miré a la perra con ternura-.
-Siento mucho no acordarme de ti nana, pero prometo hacer algo al respecto-la acaricié por el hocico y después me levanté, y junto a wendy y nana me metí en casa-.
Una vez dentro le pregunté a wendy cual era mi habitación y esta me guió sin dudarlo. La verdad es que la habitación me gustaba mucho. Era espaciosa. Nada mas entrar ves un gran ventanal en horizontal con un sillón al lado. A la derecha, pegada a la pared había una cama bastante grande, casi de matrimonio con la cabecera blanca de alforja. A la izquierda había un escritorio con una silla con ruedas y encima de éste un corcho lleno de fotos. Quise acercarme pero wendy me detuvo, se adelantó y lo cogió.
-Se me había olvidado, el médico nos ha recomendado que vayas conociendo poco a poco a la gente que antes conocías, asique verlos a todos de golpe en fotos no es un muy buen comienzo-dijo algo apenada, como si se disculpara-.
-Está bien-wendy asintió y salió del cuarto y yo decidí sentarme en la cama a observar la habitación un poco más-.
Si no fuera por el corcho la habitación seria bastante sosa, porque no hay mucho más que le de un toque personal. Hay un peluche en el sillón que hay enfrente del ventanal y...ya está. Quizás tuviera mas cosas pero las quitaron por el mismo motivo que el corcho. No lo se. Decidí levantarme a ver el peluche. Era precioso. Un oso blanco de ojos azules muy grandes con una camiseta roja que decía: "Gracias por pedir la hamburguesa sin tomate". Que cojones...no entiendo esto pero espero que tenga algún significado, aunque alomejor lo regalaban en el burguer king. En fin. Dejé el peluche en su sitio y fui a investigar un poco. Mi habitación estaba al final del pasillo asique me dirigí hacia la habitación contigua a la mía. La de wendy. Toque a la puerta y enseguida me abrió, dejándome pasar.
-Vaya, tu también tienes buen gusto-dije asombrada-.
-La verdad es que la decoraste tu, yo no tengo mucho ojo para eso-dijo mostrándome una preciosa sonrisa- por cierto, esta tarde va a venir mi novio a buscarme para ir a comer algo, ¿te quieres venir?-.
-No se si debería, me refiero a que, no se, es una cita y...-.
-Vamos, te divertirás, y quiero que le conozcas, ya que tampoco me dio tiempo a presentártelo antes de aquello-su tono alegre se iba desvaneciendo según avanzaba la frase-.
-Bueno, está bien-sonreí y ella me correspondió-.
Nada más terminar, mamá nos llamo para comer y bajamos corriendo. Me moría de hambre, y supongo que algo casero no me vendría mal después de a saber cuanto tiempo en coma.
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Love again
FanficMe llamo ___kwang. Hace cinco meses tuve un accidente de coche que me dejó en coma durante un tiempo indefinido. Al despertarme no recordaba absolutamente nada de mi vida antes del estruendo. Intento rehacer mi vida pero, según avanza no hago mas q...