¿Y si es solo una ilusión?, ¿Si todo esto es realizado por mi cabeza?
De verdad que deseo todo eso en este momento, porque nadie espera estas cosas en su vida.
Somos muy jóvenes para esto.
*No sé aceptan adaptación o copias sin mi consentimiento. Si...
Un revoltijo sentí, mis manos sostuvieron la acera, se sujetaron fuertemente de esta mientras me inclinaba hacia enfrente, quedaban dos casas para llegar a la que seria la mía.
Salí temprano de la escuela dejando a Cheong-san y On-jo solos, tenía tanto malestar que al dar un paso me dolía, mí mente pensaba que le hubiera hecho caso a On-jo de no comerme el chocolate caducado de la máquina expendedora pero tenía tantas ansias de algo dulce que me lo comió todo.
Camine solo 3 pasos pero el revoltijo se hacia cada vez más presente que hizo que me cayera de rodillas con un golpe seco, escuche como gritaban mi nombre y posteriormente sentí como me levantaban.
—Emma, te dije que no te lo comieras— On-jo hablo mientras pasaba uno de mis brazos por sus hombros
—¿Que comió?—Cheong-san pregunto mientras retiraba mí brazo del cuello de On-jo y mecargaba
—Se comió un chocolate caducado que le salió de la máquina expendedora—hablo mientras caminaba detrás de nosotros ayudando con mi mochila mientras la cargaba.
Llegaron a mí departamento y la puerta fue abierta por Cheon-sang quien se sabía la contraseña para ingresar, aunque Cheon-sang me había puesto en el sillón me levanté dispuesta a ir al baño pues el revoltijo en mi estómago se volvía más intenso.
—Estaba delicioso— exclame con una sonrisa—no me arremp...—no termine por qué ya me encontraba en el inodoro vomitando sintiendo como me agarraban el cabello y sobaban su espalda, al terminar On-jo me paso un pedazo de papel para después pasarme este por la boca.
On-jo sonrió y exclamo un "decías".
—¿Segura que estarás bien?—Cheong-san acaricio mi cabello y se puso su mochila
Asentí y este dejó un beso en mí mejilla
—Si necesitas algo estoy a dos casa de aquí— hablo—sabes que mi mamá te quiere y te puede dar medicinas o hasta dejarte quedar con nosotros—hablo mientras explicaba con sus manos.
Sonreí y le dí un beso en la comisura de los labios—estaré bien tranquilo, no quiero molestar a tu mamá—hable haciendo que este rápidamente me interrumpirá.
—Tu no eres una molestia—
—Bueno—volviendo a retomar lo anterior— estaré bien tranquilo, te llamaré si necesito algo— hice una reverencia y este también
—Cuídate mucho—respondió antes de salir
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