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Unos enormes ojos verdosos miraban con atención a su progenitora, una joven mujer con costosos gustos quien cambiaba al pequeño castaño con ropa costosa, su impresión era evidente ante sus nuevos trapos mirando a su madre con su boca abierta la mujer solo reía, tomo con delicadeza sus mejillas haciendo creer al pequeño que ganaría alguna caricia cuando solo ganó ser limpiado de alguna basura que adornaba su rostro

"Anda a cambiarte pequeño Armando" hablo su progenitora antes de salir de su pequeño dormitorio, el niño con rapidez sacaba sus ropas felíz por su nuevo cambio de ropa

"Es increíble" hablaba con felicidad el niño al verse en el espejo, hace tanto tiempo no lograban comprarle ropa nueva después de todo el dinero en su hogar no era suficiente y menos con los costosos gustos de su madre usualmente el infante era dejado de lado

Un grito llamo su atención abandonado con rapidez su habitación en caminos sus padres, no corrió temía arruinar su nueva ropa, una enorme risa se mostró a las personas que le dieron vida ahora su hijo parecía todo un muchachito grande "Mírate, cuando seas alguien grande sacarás a tu familia de esta miseria" hablaba orgulloso su padre al mirarle, el pequeño se encogió en su lugar esas frases solían alterarle aún no le apasionaba alguna cosa

Clases de música eran abandonadas al instante, matemáticas eran horribles aunque se le facilitarán, deportes era atlético sin embargo no deseaba nada de ello, un pequeño en el que invirtieron dinero y aún no sabía que hacer con su vida, cualquiera pensaría que a su edad no era necesario sin embargo esas miradas de sus padres, tan atentos e ilusionados simplemente hombres que deseaban salir de una "miseria" que ellos mismos se adentraron, vivían una vida la cual no tenían

Un padre con apuestas, una madre con gustos caros, una mentirosa que les hacía creer que eran gente con siento y un hijo único tan perdido en la vida por ser sometido a todo tipo de tareas para ligar sacar futuro potencial, " dinero, dinero, dinero solo queremos a nuestro hijo por dinero"

¿Qué seré de adulto?

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Su día iba fatal, el castaño no podía sentir su cuerpo de lo adolorido que se encontraba simplemente deseaba volver a casa de una buena vez por todas, su taller está a más alterado de lo normal si agregaban lo poco que durmió ese día el hombre est...

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Su día iba fatal, el castaño no podía sentir su cuerpo de lo adolorido que se encontraba simplemente deseaba volver a casa de una buena vez por todas, su taller está a más alterado de lo normal si agregaban lo poco que durmió ese día el hombre estaba acabado, su mano posándose en el puente de su nariz dejando salir un suspiro adolorido estaba cansado. Sirenas comenzaban a escucharse cerca del lugar, ¿Su día podía empeorar? Podía hacerlo cuando el portón se abrió dejando ver a un patilla con un hombre con barba y un ruso quién conducía

Una forzada sonrisa cuando por dentro deseaba matar, uno de sus jóvenes empleados y sub jefes estaba ahí gritando con el ruso cosas que ni siquiera entendía, el pelo rojo trataba de ganar alguna batalla que comenzó con el simple echo de cruzar miradas entre ambos ciudadanos

"¡Almando! Este homble ni siquiera debelia estal po' aquí!" Sabía perfectamente, justo uno de sus pocos días dónde tenía la ayuda de ese asiático debía aparecer el alto e "intimidante" comisario

"Voy a pedirle que no le hable así a un oficial, ¿A dónde más iríamos? No estamos aquí por ti" decía con cierta gracia un el hombre de barba que se metía a la discusión la cabeza de Armando explotaría en cualquier momento

"Está bien solo déjenme.." no lograba siquiera mirar el coche, el asiático empujaba, un ruso gritaba y el de barba defendía jalando también al pobre jefe mecánico. Era reconocido por ser alguien calmado pero realmente no estaba de humor sin embargo su baja voz logro colarse entre todos los gritos al decir "Está bien Yun puedes irte por hoy solo déjame trabajar" el asiático rápidamente desapareció de su vista, era simple dale el día y se irá a velocidad de la luz, será sincero odiaba la policía pero trabajo era trabajo

Un último coche de hizo presente, el cielo en completa oscuridad y solo un empleado se encontraba en el taller a esas horas de la noche, el jefe hacía las últimas cuentas deseando que todo saliera bien cuando el pitido del automóvil me saco de sus pensamientos, un aspecto asqueroso y una llanta sin aire ya sabía a dónde iba, con pesadez levantó su cuerpo comenzando a trabajar. No sabía que hora era en realidad simplemente segura trabajando como un loco con tal de sentirse mejor, se supone que el taller debería estar cerrado y aún así entendía a clientes borrachos con daños mínimos en sus coches hasta que su cuerpo grito basta ese sería el último coche después cerraría el lugar para poder irse a descansar

Por fin estaba camino a su hogar, su taller cerrado a la perfección y el solo llevaba su radio prendida en alguna estación de radio cualquiera escuchando estúpidos chismes o algunas canciones de moda que a veces ciertas partes solía cantarlas, la radio solía repetirlas tantas veces que aprendió la letra, su coche a una velocidad aceptable pero rápida con tal de llegar rápido a su hogar, recostarse en su cómoda cama y dormir al menos unas horas, su mirada logro divisar su hogar por fin tendría tranquilidad, con cuidado estacionó su coche fuera de su hogar quedando recostado un pequeño rato en el asiento de su coche, de su bolsillo saco un cigarro encendiendo con su encendedor cuál siempre estaba en el auto, una calada basto para recostarse mejor en el asiento el estrés parecía comenzar a bajar con su culposa acción, soltó el humo quien adorno inundando el apeste en su pobre coche, necesitaba eso

Su puerta se abrió con cuidado solo necesitaba su cama pero se detuvo en seco al mirar su alrededor, su casa estaba destrozada, de inmediato su cerebro pensó que entraron a robar su pobre casa idea ala cuál descarto al ver el tamaño del desastre, los rasguños en sus muebles, las cortinas rotas por su cerebro ahora pasa ¡Un animal salvaje! El miedo comenzó a inundar tal ves la bestia seguía por su hogar; ¡¿Un oso?!, ¿¡Un coyote?! Podría ser cualquier animal pero un maullido logro sacarle un grito, el miedo le hizo reaccionar de esa forma tan ridícula pero solo encontró a un enorme gato que le miraba sin ninguna expresión, un escalofrío pasaba por su cuerpo al verle, era intimidante

"¿Cómo entraste?" Le decía al gato si tal solo entendiera podría decirle fácilmente que fue raptado y dejado en esa casa

Su vista volvió a sus muebles rotos estaba tan cansado para reprochar "Vamos sal de mi casa, has echo demasiado alboroto debes irte" trato de agarrar al intimidante animal quien al instante rajo con sus garras la callosa mano del castaño, un quejido alto se escuchó en la habitación y el miedo se apoderó de Armando, ¡El gato está loco!

Con rapidez levantó su cuerpo corriendo del animal al instante, no quería estar cerca simplemente lavo su herida y trato de ignorar esos grises ojos que no apartaban su vista de el, Armando estaba seguro que estaba planeando como matarlo y quedarse con su casa ese gato debía desaparecer antes de que el desaparecido sea el, nuevamente su vista viajo al animal quien desapareció, su miedo crecio corriendo hasta su trate habitación y cerrando con seguro su puerta, ese gato quería matarlo estaba seguro no pasaría la noche estaba perdido, moriría gracias a un gato el siempre pensó morir de otra forma

Su cuerpo se lanzó a su colchón necesitaba pensar que hacer con ese gato pero sus ojos le cruzaban mala pasada comenzando a cerrarse con cada minuto, al menos resguardado en su habitación podría salvarse esa noche de ese gato quien ahora estaba haciendo un escándalo, su casa era un desastre y aún no lograba entender como ese gato logro entrar en su hogar

Su nuevo "amiguito" traía varias sorpresas para el

(( 🍷 . . 𝖍𝖞𝖇𝖗𝖎𝖉 𝖆𝖑𝖊𝖗𝖙 ⚠ ! ㄔ⊹ ArmanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora