Little moments // "Biyinplay"

True Love

Raúl y Sara apenas estaban comenzando su nueva etapa de romance adolescente, ambos estaban complemente enamorados del otro, lo único que no querían era que la gente se enterará de que ambos eran pareja, ya que los padres de Sara, suelen ser muy estrictos con esta, enterándose de cada movimiento que daba Sara, ya que su padre era muy buen amigo de el director de la secundaria.

Sara y Raúl, se escabullían en la escuela simplemente porque ambos se extrañaban, ambos se amaban tanto que nisiquiera con palabras eran fácil explicarlo. Los amigos de Raúl, normalmente le decían que tenia mucha suerte de encontrar a una persona como Sara, pero que también era peligroso, ellos tenían razón, ambos sabian que era peligroso, pues Raúl no era un mal chico, pero para los ojos de los padres de Sara, era todo lo contrario. Estos, tenian tradiciones muy raras, normalmente Sara tenia que lidiar con estos, unas cuantas veces sus padres le presentaron chicos con los cuales querían que hubiera algo mas, pero Sara no quería a ninguno, todos tenian cara de ser un angelito y una mierda por dentro, en cambio Raúl era todo lo contrario, parecía una persona amigable pero a veces fría por fuera, pero por dentro, era un algodón de azúcar, era lindo, cariñoso, carismático y coqueto, justo lo que estaba buscando Sara.

Su relación mientras mas avanzaba mas fuerte y mas difícil se hacía, mas fuerte porque ambos descubrieron que estaban hechos uno para el otro, que su amor lo único que hacía era crecer y crecer, amándose. Mas difícil por el riesgo de que los padres de ambos se enterarán de que estos tenian una relación.

Era sábado por la noche, Sara se encontraba tranquilamente en su habitación leyendo un libro, sintiendo esa paz mental, derrepente un toque a su puerta sonó.

Pasé - Respondió sin ganas Sara, concentrada en su libro.

Hola cariño - Dijo la madre de Sara, para luego sentarse en una de las esquinas de la cama. - Surgió algo imprevisto, tendremos una reunión muy importante esta noche, ¿Te podrías arreglar para ir? - Dijo la madre de Sara, tratando de buscar la atención de su hija, pero esta tenia una cara neutral, no queria hablar, asi que solo asintió.

La relación Sara y su madre no era la mejor, esta solía ser muy sobre protectora, siempre estaba arriba de Sara, cosa que a Sara le molestaba ya que no podía hacer muchas cosas que hacían los chicos de su edad, porque su madre no se lo permitía. La madre le dolía mucho como Sara la trataba, pero ella sabia que se lo había buscando, aunque algunas veces le molestaba y le reclamaba, como si fuera culpa de Sara.

Ya era hora de la reunión, era una cena con uno de los mejores clientes de su padre, pues Sara pensaba que habian hecho un gran negocio y por esa razón harían una reunión cualquiera celebrando aquello.

Pero era todo lo contrario...

Hola Sara, te presento a el hijo de uno de mis mejores clientes - Dijo su padre, mientras abrazaba por el hombro a el chico.

Un gusto. - Dijo el chico, con una sonrisa.

Hola si.. ¿A que se debe esto papá? - Dijo Sara, con una cara de confusión.

¿Tu madre no te lo a contado? Bueno, te casarás con el. - Dijo el padre de Sara, aun agarrando del hombro a ese chico.

Sara sentía que el mundo se le venía abajo, que su vida se estaba cayendo a pedazos ¿En serio su papá era capaz de hacer tal cosa? No lo podía creer. La vista de Sara se empezó a nublar por las lágrimas que estaba conteniendo, queriendo soltar todo lo que llevaba dentro mucho tiempo.

¿Me estas jodiendo? - Dijo Sara, con su voz entrecortada y lo único que reflejaban sus ojos era odio.

¿Que son esas palabras Sara? Obviamente no, necesito a alguien que lleve la empresa, por lo Jack sería un buen director y marido para ti. - Dijo el papá de Sara, restándole importancia a la situación, aún sonriendo como si fuera poca cosa.