Little moments // "Biyinplay"

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  Las graduaciones de los de último año se estaban acercando, y se podía percibir, no hacía más de un mes que todos estaban tan metidos en los estudios que olvidaron completamente el detalle de que probablemente se graduarian en menos de 2 semanas. Gracias a Dios, Ni a Sara, ni a Raúl, aún no les tocaba vivir con esa preocupación.

— Me gusta más tu salón que la mía. —  Dijo Sara, mientras estaban en el salón de Raúl, el que se encontraba vacío.

— Pero si tu sección es la mejor de todas. — Respondió Raúl.

— Académicamente, allá todos son unos aburridos. — Ambos rieron, mientras seguían contando sus anécdotas.

  Sara cursaba 3ro de secundaria, a la par que Raúl, sin embargo, sus secciones son distintas, las separaban en “A, B y C” y cada sección traía mínimo 20 alumnos.  Sara ocupaba la sección ‘A’, y Raúl “C”

  Se contaba por dentro de las otras secciones, que siempre los directores, administradores, coordinadores, etc. Siempre mantuvieron un favoritismo hacía los de la “A” porqué se contaba, que dentro del salón, eran los más ordenados, que mejores notas tenían, quién mas premios ganaban en competencias tanto del salón como de competencias, fuera de esta.

  Los de la “B” solían ser los menos desastrosos, si tenían sus problemas o chismes, pero de resto, era el que menos le interesaba a las personas, todo aquel que estudiaba ahí, era tranquilo y amable, pero bastante 'X' entre las secciones.

“C”, el mas odiado de los profesores, cualquiera que cursara en esa sección, era desastrosa, chismosa y muy problemática, para cualquier profesor dar clases ahí, era como entrar en el infierno, era el que menos ganaba, y el peor perdedor en las competencias, sus notas estaban por debajo de lo exigido, pero a pesar de su mala fama dentro de las secciones, sabían divertirse, y cargaban con un compañerismo muy bueno.

— ¿Te compró un helado? — Le preguntó Raúl a Sara, ambos iban saliendo de sus clases.

— Si, por favor. — Dijo Sara, quién no había comido nada desde el desayuno.

  Los de quinto año, son los seres mas insoportables que habitaban en el colegio, siempre alardeando a los demás. Los de 3ro eran a los que mas molestaban, siempre solían meterse con ellos, ya que apenas, estaban entrando a una etapa muy distinta del bachiller.

Sus bromas por querer graduarse, solían ser un poco molestas, a tal punto, que si eras de 5to año, solían rechazarte en cualquier feria que hicieran los de 2do-3er año.

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  Ese día, para todos los alumnos de 3er año, fueron encargados para cuidar de un huevo, el cual, tendría que llegar vivo, para entregarlo el viernes de la semana que venía.

La mente de Raúl, solo tenía una persona en mente para nombrar la mamá de su pequeño huevo. Hablaría con la maestra para discutir si se podía.

— ¡Raúl! — Le llamó una de sus compañeras de clase, cuando volteo, le hizo una seña para ir hacía donde estaba ella.

— Dime Claudia. — Dijo Raúl, llegando al puesto de su compañera. Bastante fastidiado, queriendo ya salir de clases.

— ¿No te gustaría que cuidaramos el huevo juntos? — Raúl, a la tal propuesta de la chica, su cara, fue de un total asco, además de que no le caía bien, y de que ya tenía con quién hacer trabajo, el hecho de cuidar de un huevo (como si fuera un hijo) con una persona que no le podia valer mas que una mierda, era horroroso.