𝑃𝑖𝑧𝑧𝑎- 𝑂𝑙𝑖𝑣𝑖𝑎 𝑅𝑜𝑑𝑟𝑖𝑔𝑜

Capitulo 17: Emi tiene un recital de balet

–¡¡UYYYY TUUTUIII!! ¡PÁGALE UN CUARTO!– gritó una voz conocida logrando que Olivia y yo nos separáramos del beso.

Y la culpable de aquello era nada más y nada menos que Elizabeth. ¡¿Esa mujer estaba en todos lados o que?!

–Betty...– dije recuperando el aliento. –¿Que haces aquí?–

–La verdadera pregunta es: ¿Que hacen ustedes aquí?– se cruzó de brazos viniendo hasta nosotras con una sonrisa pícara.

–Sabes perfectamente lo que estaba pasando, Betty.– conteste con una risa abrazando a Olivia que estaba más roja que un tomate.

–Claro que lo se, solo quiero que ustedes me lo confirmen.–

–Nos estábamos besando, Betty.– sorprendentemente fue Olivia la que contesto.

–¿Quieren las llaves del baño o...?–

–¡Betty!– le regañe y ella solo empezó a reír.

–Ya tranquila, Rossi. ¿Sabes donde están Sabrina y Rowan?– cambio de tema pero aún seguía sonriendo pícaramente.

–Nos están esperando en el Lamborghini.– conteste entrelazando la mano de Olivia con la mía.

Salimos del gimnasio y Betty a mi lado no paraba de hacer señas obscenas sin que Olivia se diera cuenta.

–Madison me está esperando en el parque para ir a la peluquería, _____.– dijo Olivia separándose de mi con una sonrisa.

–De acuerdo, ve con ella.– dije seguramente con una mirada de idiota.

–Mañana Emi tiene una presentación de Ballet en su colegio, te espero a ti y a todos allí ¿De acuerdo?–

–De acuerdo.–

Olivia se despidió de mí con otro beso y nos dio la espalda a Betty y a mí quienes miramos un mismo lugar.

–Tiene un GRAN...– paro lo que iba a decir gracias a mi mirada. –Un gran apellido, digo, un gran cabello. Pero no te enojes.–

Betty me abrazó por los hombros y fuimos hasta mi Lamborghini, mientras ella le coqueteaba a la secretaria que iba hasta su auto, yo logré ver cómo Rowan y Sabs se comían la boca.

–¡BETTY, EL SEÑOR PELÓN LE ESTÁ COQUETEANDO A LA SECRETARIA!– grité señalando hacia el otro edificio.

–¡¿QUÉ?!– gritó corriendo hacia donde señale.

Si corría hasta ella Betty ya habría vuelto y las descubriría, así que mejor les lancé mi bota derecha que le dio a Rowan en una pierna y con eso al fin se separaron. Les hice un montón de señas sobre que Betty estaba por allí y las descubriría, pero no entendieron hasta que volvió a aparecer algo confundida. Sabrina empujó a Rowan contra la puerta y eso logró que se diera un gran golpe en la cabeza.

–Los besos de Rodrigo te afectaron el cerebro, la secretaria no está por ningún lado.– dijo Betty algo molesta conmigo.

–Creo que tienes razón.– me encogí de hombros con inocencia.

–Vamos con mi hija y el alíen, Rossi.– volvió a abrazarme por los hombros y caminamos hasta las chicas.

–¿Un camión te paso por encima o que, Blanchard?– se burlo Betty al ver como Rowan le salía sangre de la sien. Sabrina intentaba ayudarla.

–No es gracioso, mamá. Enserio se lastimó.– dijo Sabrina con preocupación.

–Descuida, Sabs. Después de tomar un trago se le quitara.– Betty le ayudó a quitar la sangre y nos indicó a donde deberíamos ir.