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—Y recuerda Kazuma —le dijo la castaña alzando su dedo índice a modo de advertencia mientras caminaban por los pasillos de la preparatoria— debes ser muy cuidadoso a la hora de hacer el balanceo de las reacciones. Porque si te llegas a equivocar entonces tus siguientes procedimientos serán completamente erróneos
—¡Entendido! —Sonrió abiertamente para después rascar su nuca con vergüenza— [T/N], lamento mucho el haberte hecho llegar tan temprano a la escuela, pero realmente agradezco que me hayas ayudado a estudiar. Lo compensare ¡Lo prometo!
—Descuida, no es necesario. Si llegas a necesitar nuevamente mi ayuda no dudes en pedírmelo
—¡Si! —Exclamó feliz pasando el brazo alrededor de los hombros de la chica dándole un leve apretón— Gracias [T/N]-chan
Ella respondió sonriéndole de vuelta y asintiendo ligeramente, sin embargo, sus pasos se detuvieron cuando se toparon de frente con Oikawa
—¡Tōru! Buenos días —saludó alegremente la castaña
—Buenos días [T/N]-chan —le dedicó una pequeña sonrisa la cual desapareció en cuanto fijo su vista en el pelinegro
—¡Oh! —Reaccionó la joven al instante— Permítanme presentarlos. Oikawa, él es Matsui Kazuma. Matsui él es Oikawa Tōru
—Un gusto —respondieron ambos levantando ligeramente la comisura de sus labios
—¿De verdad no se conocían? —preguntó [T/N] mirando a cada uno
—No —contestó Oikawa— no tenía el placer
—Así es, [T/N]. —Reafirmó la estrella del equipo de futbol— Solo lo había visto un par de veces, por ejemplo, en el torneo pasado. Donde perdieron contra Shiratorizawa —observó al castaño maliciosamente— Ese chico, ¿Cómo es que se llama? ¡Ah sí! Ushijima, hacía unos saques realmente poderosos
—Cierto, cierto —asintió Oikawa entre dientes — el ciclo pasado fue un poco desastroso para todos los equipos. Ustedes también llegaron a la final ¿no es así?
Preguntó con una sonrisa ladeada provocando que Kazuma le mirara con fastidio
—No
—¡¿No?! ¡Oh! ¡Es verdad! Los eliminaron en 4tos. Bueno —se encogió de hombros— ya ha pasado un tiempo y no nos queda de otra más que seguir practicando. ¿No lo crees, Matsui-kun?
—No podría estar más de acuerdo contigo, Oikawa-kun. Es nuestro último año, deberíamos llegar lo más lejos posible
Los dos asintieron sin dejar de observarse fijamente, mientras intentaban emular una sonrisa sincera, aunque en realidad se trataba de una mueca de desagrado. El ambiente entre ambos era tenso, sin embargo, la joven Miyazaki era la única que no lo notaba
