Capitulo uno.

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Acababa de cumplir quince años y debía volver a la escuela, Patrick no podía llevarme esta vez. La universidad lo consumía demasiado. Camine hasta la parada de autobús, sentía nervios. Había estado en esa escuela nueve años y aún sentía nervios, patético.
Buen día-dije a la señora Owen, la vecina- Buen día cariño-me sonrió
Llegue y espere el autobús escolar, mi mejor amiga, Kate debió llegar hace un par de semanas, sus padres la llevaban cada verano a California. No podía quejarme, vivir en Wichita no era lo peor del mundo, en invierno no sufríamos de tanto frío y en verano tampoco nos moríamos de calor, pero, jamás había ido a la playa ni tampoco sabia esquiar.
Buen día ___-dijo el chofer- Buen día-sonreí
Me senté en el primer asiento que vi, llegaríamos en unos minutos, después de todo, la escuela estaba a sólo diez calles y yo era la última estudiante a la que debían pasar a traer. Los del último grado, sobre todo el equipo de fútbol, iba en la parte de atrás, haciendo más ruido que de costumbre, no me sorprendía.
El tráfico estaba de locos, muchos autobuses escolares en filas sobre la calle, y uno que otro automóvil atrapado.
Pueden bajar si desean, que me he quedado atascado aquí-dijo el chofer-.
Baje lo más rápido que pude y camine sobre la acera hasta ver el colegio, decenas de chicos entraban y otros más platicaban de sus "excelentes" vacaciones. Busque con la mirada a Kate, pero fue inútil.
Camine por el pasillo y vi mi casillero, lo abrí y saque el cuaderno que había dejado ahí. Busque entre los salones hasta encontrar el mío, "Literatura I". Recordaba que más de la mitad de mi grupo se iría este año, y no era mentira, sólo reconocí dos rostros: Kate y Christian.
¡___!-dijo mientras me abrazaba- Hola Kate, también me da gusto verte-reí- ¿qué hay ___?-dijo Chris- Hola Chris-dije seca
Poco a poco el salón se empezó a llenar, me senté en el segundo asiento, Kate a mi lado. La profesora entró y saludo dulcemente, le calculaba unos 40 ó 45 años, se conservaba muy joven.
Como no los conozco al 100%, haremos un pequeño ejercicio, dirán su nombre completo y el nombre de algún autor, ¿les parece?-dijo sonriendo; nadie respondió- Empecemos de este lado-dijo señalando a mi izquierda
Shakespeare, Jane Austen, Oscar Wilde, entre otros varios hasta que fue mi turno...
Hola, mi nombre es ____ West y escogó a García Márquez-dije sonriente- Muy bien ___-dijo la profesora
Termino la clase con un chico que se encontraba en el último asiento de la última fila, su nombre era Liam y optó por Dan Brown, incluso recomendó "El Código Da Vinci"...
Bien, jóvenes, tengan un excelente día e inicio de curso, nos vemos hasta el miércoles-dijo con una gran sonrisa-
Camine hasta el salón de "Matemáticas I" y para variar, estaba cerrado, imagine que el profesor tendría a su tercer hijo, Patrick me comentó que cuando a él le enseñaba matemáticas faltó una semana por el nacimiento de su primer hijo.
Pienso en que deberíamos ir haya afuera, ¿vienes ___?-dijo Kate- Por supuesto-sonreí
Un par de chicos nuevos se nos unieron, Chris y el chico "Dan Brown". Nos sentamos en una mesa al aire libre y empezamos a "conocernos más". La pelirroja se llamaba Caitlin y venía de Canadá, el castaño se llamaba Beau y vivía aquí pero se cambiaron de domicilio y tuvó que cambiar de escuela, Liam venía de Louisiana. Me levante y fui por una botella con agua, hasta oír que el timbre de la siguiente clase anunciaba el fin de la hora, y así se fue el día. Camine las diez calles hasta mi casa, no deseaba subir al autobús, me puse los auriculares y llegue a mi casa en menos de 20 minutos. Había sido un buen inicio de clases. Me prepare un sándwich ya que nadie estaba en casa, no era raro, mi padre en el trabajo y mi madre llegaría hasta la próxima semana porque mi abuela había enfermado, Patrick en Lawrence. Oí el teléfono de la casa, no respondí, nunca lo hacía menos ahora, si era mi padre o Patrick, llamarían al celular. Y así fue, pero no eran ellos, era la magnífica Kate...
Hola Kate-respondí inmediatamente- Hola nena-dijo feliz- ¿qué pasa?-dije- ¡Chris me invitó a salir!-dijo casi al borde del colapso nervioso- ¿qué?-dije emocionada; a ella le había gustado él desde hace años- ¡Sí! Me invitó a salir el viernes, estoy tan emocionada, que no sé-dijo en aullidos, casi no le entendí- Mañana hablaremos mas, y debemos vernos el sábado, tienes que contarme todo-dije feliz- ¡Pijamada el sábado!-dijimos al unísono

Forever in my memory. |Liam Payne| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora