Prólogo: Invocación de espíritus heróicos

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No soy dueño de ninguna de las franquicias usadas aquí.

La Guerra del Santo Grial, es un glorioso enfrentamiento entre siete magos por el premio máximo.

Un deseo concedido por el Santo Grial.

Y aunque no es el Grial del cual el Hijo de Dios había bebido antes de su muerte, el premio en sí podría considerarse igualmente glorioso, ya que concedió un deseo, sin importar cuán grande, pequeño o loco sea el deseo.....o al menos eso es lo que dicen.

Sin embargo, el Grial solo puede conceder un deseo, por lo que los Magos hacen la guerra con los servant que convocan usando el poder del Grial.

Estos sirvientes no son meros esclavos, no, ni mucho menos. Son héroes legendarios llevados a caminar por la Tierra una vez más, luchando junto a sus Maestros por la oportunidad de que se les concedan sus propios deseos, ya sea para arreglar remordimientos pasados ​​o adquirir egoístamente algo que no tenían en la vida.

Tal oportunidad para algo tan maravilloso debería tener a magos de todos los ámbitos de la vida clamando por ello, ¿no es así?.

No, porque el Grial mismo elige a los Maestros, otorgándoles tres Sellos de Comando para permitir el control sobre sus Sirvientes.

Un maestro puede intentar influir en su invocación con el uso de un artefacto conocido como catalizador. Si no se usa ningún catalizador, el Grial convocará a un héroe cercano al Maestro en términos de personalidad o deseo.

Pero las últimas dos guerras por el Grial de Fuyuki en la mayoría de universos pueden describirse de muchas maneras, como una carnicería sangrienta en la mayoría de los casos.

Asta ahora el Santo Grial no sea a podido completar y en muchas líneas temporales nunca lo sería.

Pero en este mundo, en este universo el Grial estaba decidido a finalmente completarse.

Cueste lo que cueste.

Y tenía a los sujetos que lograrían que finalmente el Grial se completará.


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Kotomine Kirei, uno de los 7 Masters de la Cuarta Guerra del Santo Grial, así como también un antiguo Ejecutor de la Iglesia, estaba postrado frente al círculo de invocación.

Aun en este día donde convocaría su Servant desconocía la razón por la cual los hechizos de comando se manifestaron en su mano.

Kirei mismo sabía que no era un hombre normal. Puesto desde que nació sabía que había un vacío dentro de él haciéndolo incapaz de sentir dicha en su vida.

Trato por todos los medios encontrar felicidad para sí mismo, hasta el punto de convertirse en un hombre de familia.

Pero aun así...no sintió nada.

No sentía nada de amor o felicidad.

Le confesó esto a su esposa, quien en un acto de auto-sacrificio, se quitó su propia vida para que experimentara el dolor de perder a su amor.

Cumplió con su objetivo de hacerlo sentir la tristeza, pero no por la pérdida, sino por qué no lo pudo hacer el mismo con sus propias manos.

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