Parte 7 : Celos

5 0 0
                                    

lunes en la mañana.

Me desperté por la alarma de mi teléfono, tenía clases más tarde así que aproveche en hacer amigos en la universidad, aunque no le caigo muy bien a unas chicas por culpa de Héctor, hablando de él no nos hablamos desde esa ves, bueno me lave la cara me duche y me cambie .

Salí había muchas personas en el campus iba de camino y me tropecé con un chico le regué el café, me dijo disculpa, pero le dije que no era su culpa, lo invite a tomar café a lo que el accedió.

Caminamos hacia la cafetería no estaba ni lleno ni vacío estaba normal, entramos a la cafetería y le dije que buscara una mesa, mientras yo pedía los café.

- Me puede dar dos capuchinos por favor.

- Bueno ¿nada más? – me pregunto la cajera

- No.

Mientras me preparaba el café, fui a dirección del chico al que le debía dar el café, escuche abrirse bruscamente la puerta de la cafetería, voltee a ver, era ni más ni menos que Héctor, tenía expresión enojada, busco con la mirada a no sé quién, me vio y camino hasta donde yo estaba parada alado del chico .

- Que haces. Me miro directamente ignorando a cualquier otra persona.

- Estoy ocupada ¿algún problema?- Fruncí el ceño.

- Sí, hay un problema, estas con el - Señalo al chico a mi lado.

- Que pasa con eso. Se puso más furioso, decidí molestarlo. Él es mi novio. – en realidad no, él era simplemente un chico que conocí hace unos minutos.

- Que, espera un momento, ¡¿yo no soy tu novio?!

- Claro que no, si recién te conozco, te equivocaste con mi disculpas, me disculpe por juzgarte mal, ni si quiera te conocía para decir eso de ti.

Se quedó congelado unos minutos y salió de la tienda en silencio, después hubo un silencio incomodo con el chico, el me miro.

El iba a hablar pero lo interrumpí.

- Disculpa por lo que dije, lo único que quise es molestarlo.

- No hay problema puedes contar conmigo para hacerme pasar por tu, seamos amigos, me caes bien.

Asentí la cabeza después de eso, llegaron nuestros cafés.

***  

Mi celular vibraba de muchos mensajes, estaba en mi dormitorio ya era de noche estaba jugando en la laptop tenia los audífonos puestos, se abrió la puerta por que entro luz en la habitación toda oscura, creí que era mi compañera de habitación, pero era Héctor.

- Quiero hablar contigo perdón por interrumpirte.

Me vire para verlo de frente. – ok te escucho.

- Bueno desde que te escuche de ti el primer día, me pareciste interesante, después te vi en la fiesta, me un poco pareciste atractiva, después en la cita te conocí un poco más, desde ese día no te he podido sacar de mi mente. – me miro con su cara parecía triste. – pero quiero decirte algo, en verdad tienes novio.

- Si (exactamente no), pero no entiendo todo este tiempo no me pudiste sacar de tu cabeza porque te hice enojar y. – me miro confundido.

- Parecía como si no supiera porque le dije eso. – se dio la vuelta.

- Olvídalo hablamos mañana.

Me quede observando como se iba hasta que desapareció de mi vista cerrando la puerta, después de eso me acosté en mi cama y me dormí.

Con el sonido de la alarma me desperté porque este día.

El día se me paso lento entre horas de clase y en la biblioteca, llegando la residencia me topé con varias chicas como era nueva, me estaban dando la bienvenida, todas eran amables, llegue a mi habitación entre, cerré la puerta y me comenzó a hacer el aseo me di una ducha, me arregle y me puse la piyama.

Me acosté en mi cómoda cama para hay hacer deberes pero termine andando en el celular, el chico del que derrame café me paso su número para hablar y estaba hablando con él por mensaje pero a mí no me gusta mucho escribir, lo invite a jugar en grupo por medio de un juego online, haciendo video llamada, era muy divertido, sonó un golpe fuerte en la ventana.

Fui a ver a la ventana, no lograba ver bien a esa persona, camine hasta la mesa de noche, los tome, me los puse, camine hasta la ventana otra vez, logre ver quien era, era ni más ni menos que Héctor.

Cuando me vio me grito

- Puedes dejarme pasar Artemisa.

- ¡BUENO! – Grite

Después de eso lo dejaron pasar, entro en cuarto, se sentó alado mío.

- Ahora puedes decirme porque esa actitud Héctor.

Se quedó pensando y continúe.

- ¿Este tienes celos? – dije dudosa

- No, como vas a pensar eso de mí, te estaba haciendo una broma de bienvenida, perdóname si te hice sentir incomoda.

- No para nada, fue una buena broma je .

Nos quedamos en silencio, se paró me hizo una seña de (bay) y  así se fue    

buscando  la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora