Cuando el sol se va

27.

PIERRE

El timbre suena y bajo rápidamente las escaleras para abrir, ni siquiera me preocupo por vestirme por lo que me dirijo a la puerta solo con el bóxer que llevo puesto, seguramente es Yuki que se pasa como cada domingo para robarme comida y así no gastar la de él.

Paso rápidamente por el lado de Katalina que se revuelve en el sofá y abro la puerta esperando ver al japones, pero un hielo recorre mi cuerpo cuando me doy cuenta que no es Yuki, sino que es Irina quien esta parada frente a mi puerta.

- Pierre escucha, sé que me comporté como una niña todo este tiempo sin hacerme cargo de mis sentimientos – habla rápidamente como si no quisiera olvidarse de nada, sin darme tiempo a decir algo – Y siempre me negué a entender lo que sentía por ti y en este tiempo me di cuenta que est...

Se calla sin terminar la oración y su mirada se fija en un punto detrás de mí, me giro para saber que fue lo que la hizo cortarse a mitad de lo que estaba por decir y es Katalina que se asoma a la puerta recién levantada.

- ¡Irina! ¿Qué haces aquí tan temprano? – pregunta la española.

- Lo siento... no...yo no...no sabía. Debí imaginarlo – dice con su mirada fija en el piso y luego se obliga a sonreírme, no me da tiempo para reaccionar porque desaparece en segundos y se aleja corriendo.

- ¡Irina espera! – grito para que se detenga, pero no lo hace.

Salgo hasta el patio delantero y no me importa estar en ropa interior, Irina necesita saber que lo que acaba de ver no es lo que se imagina.

- ¡Irina! – grito desesperado, pero no se detiene, observo como se sube al auto de Max y desaparece.

Cuando entro en la casa cierro la puerta de un golpe lo que hace dar un pequeño saltito a Katalina.

- Lo siento – digo al pasar por su lado totalmente frustrado por lo que acaba de pasar.

- Es por ella – dice mientras yo subo los primeros escalones.

- ¿Qué?

- Estas enamorado de Irina – noto como su voz se quiebra un poco y me observa hacia arriba con sus ojos vidriosos - ¿Te enamoraste de ella Pierre?

- Si – digo en un susurro al mismo tiempo que me acerco – Es por eso que no puedo ver a alguien más de otra forma.

La española asiente, me observa unos segundos en silencio antes de hablar.

- Supongo que no tengo nada que hacer aquí.

- Katalina...

- Esta bien, lo entiendo – besa mi mejilla y minutos más tarde veo como desaparece por la puerta.

Irina

Me he despertado bastante temprano con la intención de ir a disculparme con Pierre y poder decirle lo que siento por él, mientras me pongo mis zapatos observo que Max no esta ni cerca de despertar por lo que me tomo el atrevimiento de sacarle las llaves de su auto y así poder llegar más rápidamente. Las manos me sudan mientras me aferro al volante para poder calmar la ansiedad que estoy sintiendo en este momento.

Antes de tocar el timbre me armo de valor y me convenzo a mí misma que es hora de hablar de esto con el francés y no puedo dejarlo estar más de lo que ya lo hice; presiono el botón que indica mi presencia y a los pocos segundos la puerta se abre para dejarme verlo, deduzco que se acaba de despertar por como va semi vestido, su pelo castaño esta más despeinado que de costumbre, pero ni así deja de embobarme cada vez que lo veo. Sus ojos grises se abren más de lo normal cuando me ve y su boca se abre rápidamente para poder decir algo, pero no lo dejo. Cuando por fin estoy por hablar mi vista se fija en la chica que se acerca hasta la puerta, la reconozco en seguida y un nudo se forma en mi estómago, juro que quiero vomitar. Katalina lleva su pelo trenzado y cae desordenado por sobre su hombro izquierdo, va vestida con una polera que le queda bastante grande y no necesito más pistas para saber que es de Pierre.