8.

1K 69 3
                                    

IRINA

Hace unas horas dejé a Max en el aeropuerto, nos despedimos en el auto y me prometió volver a subirse al podio como lo había hecho en las ultimas dos carreras. Erick me ha enviado miles de correos con fichas que me pide revisar, mi semana no será para nada relajada y me agrada estar un poco más sola como era antes de vivir con Max, y no quiero decir que me molesta compartir gran parte de mi vida con el holandés, pero ambos tenemos nuestro propio ritmo de vida en el que cada uno es bastante independiente y disfrutamos de ratos a solas, pero su presencia me hace sentir más segura, si dijera que no siento su falta a tan solo unas horas de ausencia... mentiría.

Estoy respondiendo un correo del trabajo cuando el timbre suena, voy hasta allá y frente a la puerta hay una chica unos cuantos años mayor que yo, pelo oscuro y liso hasta la cintura y de ojos grandes y azules. Su mirada fría me observa de arriba abajo por varios segundos lo que hace sentirme bastante incomoda.

- ¿Te puedo ayudar en algo?

- Necesito hablar con Max – dice cruzándose de brazos y optando una postura bastante desafiante.

- Él no está ¿Qué necesitas? Tal vez puedo ayudarte.

- ¿Y tú quién eres?

- Soy Irina ¿Cuál es tu nombre? – pregunto curiosa por saber quién es ella.

- ¿Vives aquí? – ignora mi pregunta y mira por encima de mi hombro hacia el interior de la casa.

- Si hay algo que puedo hacer para ayudarte házmelo saber, estoy un poco ocupada y Max no esta en este momento – digo ya molesta por su actitud.

- No le digas que estuve aquí – se da media vuelta y camina a un ritmo casi perfecto, es muy guapa y creo suponer quien es ella, sobre todo por como reacciono al verme en la casa de Max, creo que no lo esperaba para nada.

Durante el resto de la semana me pasó los días frente a la pantalla del computador y me permito averiguar un poco más del próximo circuito, SPA Francorchamps. Luego de ver la hermosa curva que posee llego hasta una noticia que roba mi atención, leo el nombre de Pierre en el encabezado y siento un nudo en el estomago al leer como perdió a su mejor amigo hace dos años atrás, leo también la carta que escribe Pierre contando lo sucedido además de su mal desempeño en el actual equipo de Max, a través de sus palabras puedo sentir su dolor y logro empatiza con él a pesar de no conocerlo lo suficiente, cuando me doy cuenta me encuentro derramando un par de lágrimas por lo sucedido.

°°°

Francorchamps, Bélgica

Estoy en la oficina de Erick leyendo algunos informes de las ultimas carreras cuando unos toques en la puerta me advierten de la presencia de alguien para luego abrirse y ver al francés asomar su cabeza. Siento una leve sensación de nerviosismo cuando lo veo frente a mi y creo que él tampoco esperaba verme en este lugar porque su rostro se vuelve aún más serio.

- Disculpa... pensé que estaba Erick – dice con su voz más apagada de lo normal y noto que algo no está bien con él.

- Erick no llegará hasta el sábado por la noche por un problema personal, si necesitas algo puedo ayudarte.

Veo como debate en silencio porque tarda varios segundos para negar con su cabeza.

- Pierre ... ¡espera! – lo llamo al ver que decide irse – pasa por favor.

Con pasos lentos y dubitativo entra en la oficina y toma asiento frente a mí, su pecho sube y baja acelerado y luego sus manos temblorosas se entrelazan frente a él y las apoya sobre el escritorio.

Cuando el sol se vaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora