𝖤𝗑 - 𝖭𝗈𝗏𝗂𝗈 ✗ [𝖪𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇]

0.9

Al día siguiente, lastimosamente para Park, aquel desconocido había llegado a la cafetería.

— Buenas tardes, ¿Cúal será su orden? — Sonrió escribiendo en la computadora.

— Un frapuccino para tomar aquí, por favor. — Sonrió dándole el dinero.

— Enseguida su pedido estará listo. — Sonrió para guardar el dinero.

— Muchas gracias Jimin. — Dijo leyendo el gafete de Park aún sin borrar aquella  sonrisa.

Park solo asintió sonriendo ligeramente, este chico le parecía totalmente extraño. Aparte de despistado, cosa que lo enojaba un tanto.

— Jimin ¿Conoces la casa de la señora Choi? — Dijo con un pedido para llevar en la mano.

— Sí, vive a dos cuadras de aquí. — Soltó recordando su dirección.

— Entonces ve y entrégale esto. — Le dio aquel pedido. — Yo debo seguir preparando café, no puedo.

— Pero-

No termino de hablar, ya que Taemin se había entrado a la cocina.

Sin opción a reclamar, fue a entregar aquel pedido lo más rápido posible. Ya que si algún cliente entraba no tendría a quien realizar su pedido.

Pero para su mala suerte aquel semáforo tardaba demasiado en cambiar de verde a rojo.

En noventa segundos podía ocurrir todo.

La cafetería podría llenarse de clientes.

Podrían intentar robar la caja registradora.

Su amigo podría conseguirle una cita...

De todo.

— ¿Desea ordenar algo más? — Dijo Taemin acercándose al desconocido.

— No gracias, estoy bien así. — Sonrió.

— Bien... ¿Y seguirás fingiendo? — Lo miro coqueto.

— ¿Fingir? ¿Yo? — Dijo desconcertado.

— Ya no hace falta ocultar que yo te gusto o por lo menos te atraigo. — Dijo presumido.

— Perdón, pero creo que te confu-

— Tengo novio, pero mi amigo esta libre. — Hizo énfasis a Jimin.

— De echo el que me gusta es el. — Soltó serio.

Taemin se avergonzó al escuchar eso, pero también tenía sus sospechas. Por lo tanto quiso cubrir aquel momento vergonzoso.

— Claro que te gusta el, yo solo... — Pensó en que decir. — Yo solo quería ver que tan fiel eras. —

— Pero apenas sé su nombre. — Lo miro confuso.

— La fidelidad debe estar presente todo el tiempo y veo que eres fiel. — Sonrió.

— ¿Gracias? — Dijo perplejo.

— De nada... ¿Cómo te llamas? — Preguntó viendo llegar a Park corriendo.

— Kai, un gusto... ¿Taemin? — Leyó su gafete.

— Si señor, ya le dije que aquí si vendemos café. — Soltó riendo viendo a Park.

Si que era bueno para disimular.

Jimin por su lado, los vio raro, pero sin darles importancia. A penas llego se posicionó para seguir trabajando.

Totalmente distraído mientras que Kai lo veía detenidamente, como si de un ángel se tratara.