CONTROL [PETER PARKER]

i. the robbery, the escape, the freedom

CAPÍTULO UNO
❛ el robo, el escape, la libertad ❜

LAS MANOS DE JENNA SUDABAN DEBAJO DE LOS GUANTES, Y SUS PIERNAS TEMBLABAN MÁS DE LO USUAL.

El pasillo estaba levemente iluminado, y sus pasos resonaban por el pasillo vacío a excepción de su acompañante, que portaba un revólver en su mano derecha, apuntando a su espalda para que siguiera caminando.

Llegaron al final del pasillo y el hombre que la acompañaba sacó un aparato de su bolsillo, lo colocó sobre el picaporte y segundos después, se oyó como éste cayó al interior de la casa.

Él abrió la puerta y al momento de entrar, escondió el arma detrás de su espalda mientras ella se mantenía rígida a su lado, segundos después, un hombre salió de la habitación más cercana y los observó con confusión.

— ¿Qué diablos...?

Antes de que el hombre terminara la oración, el acompañante de la chica sacó el arma y le propinó un disparo en el hombro. Jenna se sobresaltó a su lado por el ruido.

— ¡Bárbara, llama a la policía! — Gritó el hombre con desesperación, sosteniendo su hombro con fuerza.

En ese momento, una mujer rubia salió de lo que Jenna suponía era la cocina, miró al hombre tirado en el suelo y sonrió, para luego observar a quien acompañaba a la castaña.

— Bien hecho, Stacy — Lo alagó la mujer llamándolo por su apellido, para luego acercarse y darle un beso rápido —. Creí que no llegarían más.

— ¿Bárbara, qué está pasando? — Preguntó el hombre tirado en el suelo —, ¿qué es todo esto?.

— Tú cierra la boca — Contestó Víctor Stacy, para luego mirar a la rubia — Íbamos bien, pero alguien no quería bajar del auto — Dijo él, mirando de reojo a Jenna. Ella se encogió en su lugar, acariciando el brazo donde Víctor la había golpeado para obligarla a bajar del auto.

— Era de esperarse que causara problemas — Dijo Bárbara, mirándola mal. Luego se giró hacia el hombre que yacía aún en el suelo y le sonrió — ¿Qué pasa, Samuel?, ¿tienes miedo?.

— Llevense el dinero, y las joyas, pero por favor... no... no me lastimen — Balbuceó él con miedo.

Bárbara sonrió con malicia, y Jenna deseó desaparecer de ese lugar en ese momento.

— Claro que vamos a llevarnos el dinero, pero no podemos dejarte así, o podrías delatarnos — Metió la mano debajo del sillón más cercano y sacó un arma — Diría que fue un placer conocerte, pero estaría mintiendo.