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Ocho años habían pasado desde que el pequeño albino fué abandonado en el bosque y llegó una mujer a su rescate.
____ y Michelle Valencia vivían a las afueras de las grandes montañas que rodeaban el Encanto sin saber que del otro lado había un pueblo.
El peliblanco de tan solo 8 años corría siendo perseguido por quién consideraba su madre, jugaban al popular juego de "las traes".
El más joven tropezó con una raíz provocando que cayera al suelo, desatando así su llanto, en su rodilla se podía observar una pequeña cortadura a causa de una roca filosa.
La mujer rápidamente tomó a su hijo en brazos y lo metió a la casa, tratando de calmar su llanto comenzó a arrullarlo y a sobar su espalda.
Dentro del domicilio la mayor sentó a su pequeño en una silla y con un paño con agua limpió su herida, acarició la mejilla del infante y colocó un curita para luego dejar un beso en su pequeña rodilla.
El llanto finalmente cesó y el menor abrazó a su madre, hundiendo su cabeza en el hueco del cuello de la mujer.
- ¿Quieres comer algo pequeño? - preguntó la madre observando como los ojos grises de su hijo pestañeaban con cansancio, indicio de que el niño tenía sueño.
- Sí mam- sus palabras se vieron interrumpidas por un bostezo proveniente del infante
La madre comenzó a reír suavemente y acarició con delicadeza y amor el cabello alborotado del pequeño.
- Lo mejor será que tomes una siesta y yo prepararé la comida ¿Sí?
El de ojos grises asintió y dando un largo bostezo se dirigió a su habitación en el piso superior de la casa.
Llegó a su habitación y abrió la puerta, se adentró para luego tomar a "El señor conejo", un pequeño conejo de peluche que hacía música.
Con el conejo en manos fué a acostarse y trás unos segundos se quedó dormido.
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