Y esa fue una de las cosas que aprendí, a tener imaginación,pensar y saber sacar una historia de una jugada de dados que tal vez puede no ser la mejor pero que con un poco de imaginación puede convertirse en única.
Te hacíamos el lío,y lo sabes. Entrabas en clase dispuesta a explicar tal vez comentario de texto o alguna cosa aburrida (aunque tu las haces divertidas) y ,no sabias como,terminabas contándonos algún que otro secreto o hablando de películas y libros. Las agujas del reloj corrían y cuando nos dábamos cuenta la clase de las 13:00 ya había terminado. Salían todos los alumnos y yo era la última en desaparecer por aquella puerta. ¿Te diste cuenta de aquella "casualidad"? Aprovechaba esos tres segundos para preguntarte si estabas bien,que tuvieras una buena semana o cualquier cosa,y es que saber que la última persona a la que hablaba al terminar el colegio eras tú me sentaba bien. Creo que en esta historia estoy siendo poco poética, seguramente Mercedes Laso me reñiría por eso,como en segundo. Pero,a veces,las cosas que han ido directas al corazón, tienen que ser de igual manera,directas y precisas.
Y ahora te vas sin irte,y vuelves sin volver,porque te siento presente sin estar y te siento cercana en la lejanía...
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El hilo rojo.
Historia CortaEl hilo rojo puede destensarse,deshilacharse pero JAMÁS podrá romperse.