00. Prólogo

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Todo lo que sabía de Jihyun, en algún momento había salido de los labios de un angustiado Jumin y un decepcionado Seven ―No estaba segura de sí debería llamarlo ahora Saeyoung― y era suficiente para saber que ese hombre no merecía cargar con todo lo que llevaba sobre sus desgarbados y lastimados hombros. En las fotos que llenaban el chat, cada cuanto se ponían a recordar años pasados, lucía tan sereno y lleno de vida. Ahora, en esa camilla lucía como un fantasma de lo que un día fue un hombre admirable. Dios sabe que no agradezco su ceguera casi absoluta, pero me tranquilizaba un poco el saber que no era consciente de la tristeza que llenaba mis facciones. Ya lo había escuchado de él, sentía no merecer la preocupación de nadie.

Si de algo tenía certeza... Era que el amor no había sido el causante de todo esto. Eso no era amor.

Pero no podía decir eso, no siendo una desconocida. No ahora. No a él.

―La primera vez que te vi pensé en lo mucho que necesitabas un abrazo ―murmuré una vez que la habitación quedó vacía, rompiendo el amargo silencio que se había instalado.

Vi en su rostro el atisbo de una sonrisa nacer y morir en segundos mientras negaba lentamente.

―No lo merezco.

Su voz sonaba bastante ronca y algo rota, muy distinto a los lamentos desesperados que había escuchado mientras estuve en Magenta. Reprimí mis verdaderas palabras y apreté con fuerza la bolsa llena de medicamentos entre mis manos, solo pensar en ese lugar formaba un pesado nudo en mi garganta.

―No se trata de si crees tú que lo mereces o no ―. Era frustrante, nadie podía perdonarle si él mismo no acaba por hacerlo. ―Necesitas comprender lo que es el amor.

Era consciente del tono fiero que había utilizado y de que era probable que estuviese siendo demasiado entrometida. Pero era francamente difícil no serlo cuando una familia estaba desmoronándose frente a mis ojos. Todo por intenciones blancas que se habían ensuciado hacía mucho por una avalancha de mentiras, y a estas estancias era de verdad difícil señalar a un absoluto culpable, tal vez ese era el problema, que todos querían poder señalar a un condenado para descargar toda su frustración.

Él no respondió. Tampoco esperaba que lo hiciera.

Es probable que otra persona me hubiese dicho que me metiera en mis asuntos, pero no estaba hablando de cualquier persona.

Observé con preocupación como estrujaba las sábanas bajos sus dedos. Seguro lo había hecho enfadar o peor, le había hecho sentir mal. A medida fui conociendo a cada miembro de la RFA, logré conocer de alguna u otra manera a Rika, a esa hermosa mujer que estaba detrás del alias de Salvadora. Supe que algún día fue una mujer cálida y capaz de hacer florecer lleno de luz hasta el más ínfimo rincón en algún momento de su vida. Pero ya nada era así, justo como el sol, V se había acercado demasiado y acabó siendo quemado por su propia voluntad y aquí estaba él, a unos metros de mí, sintiendo que merecía vivir en llamas.

―No quise decirlo de esa manera ―Intenté repararlo.

Tenía a un puñado de personas que le querían de verdad y bien, pero parecía no querer verlo y eso era frustrante.

Todo en este momento era frustrante y triste.

Después de ser rescatados todos cogimos rumbos distintos, Seven se fue a buscar a su hermano. Yoosung se quedó con Zen, mi buen amigo de cabellos de plata que procuraba ser un pilar para Yoosung, seguro que ver con tus propios ojos la de calamidades que logró tu más grande admiración era un trago, por mucho, difícil de pasar. Realmente dudaba que alguno de los anteriores, a excepción de Zen, se pasaran por aquí. Quizás eso era lo mejor.

Ya había sido atendida, tenía un brazo vendado y un par de rasguños, pero estaba bastante bien. Podría haberme ido, pero mis opciones eran escasas. Sin mis padres cerca, llevaba semanas sin ir a la universidad y de ninguna manera deseaba volver al departamento de ella, prefería dormir en un mueble de hospital.

Pero también le había prometido a Jumin quedarme mientras él volvía. Cuando conocí a Jumin, nunca creí ver a ese impertérrito ejecutivo desmoronarse frente a mis ojos, al ver a su mejor amigo herido como lo estaba. Puedo recordar a la perfección el jadeo que escapó de los labios de Jaehee cuando vio el cuerpo de V. Seven había corrido hacia Saeran, desconozco que hizo para inmovilizarlo en su momento pues mis ojos estaban estáticos en el cuerpo inerte frente a mí, eso hasta que el grito de Rika rompió la burbuja de cristal que nos mantenía a todos en shock.

¿Era injusto de mi parte sentir rabia hacia Yoosung por querer correr hasta su prima como si ella fuese la persona que debía ser salvada?

Probablemente lo fuera, pero no podía ser objetiva cuando V tenía a la muerte besándole la nuca, todo por evitar que Rika hiriese todavía mas a las personas que él consideraba su familia.

―Solo quería disculparme, no por lo que acabo de decir ―dije observando sus ojos abrirse por la sorpresa―, no es que no lo sienta por pensar así. Pero me refiero a... Por interponerte―quise explicarme al notar su desconcierto―. Te dispararon por mi culpa, V.

Su expresión se suavizó hasta que una triste y titubeante sonrisa nació en él, sus cejas decayeron.

―Yo debería disculparme, no debí ponerte en riesgo de esa manera, a ninguno de ustedes ―murmuró un par de palabras para sí mismo que no logré distinguir―. Yo creí... Realmente pensé que sería suficiente conmigo ―De verdad lucía devastado―, no merezco el perdón de ninguno de ustedes, yo-

Dios, no podía estar hablando en serio.

― ¡Basta! ―exclamé, me negaba a escuchar lo que seguía―. ¿Tienes idea de lo preocupado que estaba Jumin? O de... ―titubee un poco ―, el miedo que tenía de regresar sin ti. Por favor, todo esto no fue solo por mí o por Seven o... Ray ―pesadas lagrimas luchaban por derramarse, tuve tanto miedo―. Esto también trataba de ti. Por Dios, V.

Y yo seguía con mis ataques de osadía.

Cuando me quise dar cuenta de palabras, mi respiración era agitada y frente a mí, un hombre a pedazos trataba de no llorar frente a una asustada mujer de papel.

―No te conozco, yo... No sé quien eras hace un año o que es lo que pasó exactamente, pero sí se algo ―Caminé hacia él, a unos pasos de la camilla. Mi voz temblaba, mis piernas también―. De ninguna manera te mereces esto y no hay manera de que me hagas cambiar de opinión ―quise sonar firme―, así que lidia con eso.

En medio de mis lágrimas y las de él, me regaló una pequeña sonrisa genuina.

―Gracias por pensar eso de mí.

―Una oportunidad de hacer las cosas bien es lo que mereces.








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NOTA DE AUTOR:

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NOTA DE AUTOR:

¿Qué pinta tiene hasta ahora? ¿Les gusta Suni y sus monólogos?

Siempre me pone emocional el prólogo de esta historia.
Es por mucho el fic en que más carga emocional he puesto.
¡Muchas gracias por leer! <3

EL ACENDRADO CAMINO DE LAS FLORES  ✦  Kim JihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora