8. Consejo

38 4 1
                                    


Capítulo 8

Mercey

Al día siguiente...

Hoy me levanté sin ganas de absolutamente nada, quiero estar en mi cama todo el día, dormir y tener la mente en blanco.

No sé a qué hora llegó Abigail, según ella a la 1, pero yo estaba durmiendo, no puedo confirmar nada. Hoy en la tarde se fue a arreglarse las uñas y el cabello para el fin de semana, no le veo el chiste, porque igual se va a arruinar. 

Estar sola me estaba relajando, hasta que Enzo me llamó diciendo que venía en 10 min, no aceptó ningún reproche. Va llegar y sigo con mi pijama se panditas. Iba leyendo un libro virtual cuando tocaron la puerta, dejé a un lado mi iPad y fui a abrir la puerta sabiendo quién era perfectamente.

—Hola, Minnie —me saluda Enzo al abrirle la puerta, esperándome con una caja de makis.

—Hola, Mickie —enarco una ceja.

Siempre que viene a verme con makis es porque quiere algo.

Él sonríe y abro más la puerta para que pase.

—¿Qué quieres Enzo? —me cruzo de brazos.

Deja la caja en la mesa y se sienta en el sillón, golpeteando el asiento a su costado y me siento.

—Alguien se levantó con el pie izquierdo —enarca la ceja.

—No me fijé con cuál me levante, no podría decirte.

Rueda los ojos e ignora lo que dije.

—Cuéntame —sonríe como niño.

—¿Contarte qué? —me hago la desentendida.

—Vamos a refrescarte un poco la memoria —coloca un dedo en su mentón simulando pensar. —El día de ayer luego de salir corriendo, da la casualidad de que Fabriccio y tú desaparecieron —entorna los ojos.

—¿Ahora eres periodista de farándula? —me recuesto en el respaldar.

—Solo ato cabos —sonríe.

—Ya entiendo cuando dicen que los hombres son más chismosos que las mujeres —sonrío.

—Es chisme de última hora: Mercey Beckett se escapa con un chico, que por cierto, es todo lo contrario de lo que busca. —mueve su palma como repasando una frase en el aire.

—Tu sonrisa en este momento es irritante ¿Sabías no? —lo miro con una mueca.

—Cuando estás a la defensiva es porque ocultas algo ¿Sabías no? —contra responde.

Me pilló.

—Bueno, esto es lo que pasa... —subo mis piernas y las cruzo como indio. —Primero, Fabriccio me humilló en el bowling, demostrándome lo mononeuronal que es. Luego el domingo cuando tuve un inconveniente en el cine porque me bajó Andrés, él me ayudó y me compró todo lo que necesitaba, para lue...

—Espera, espera —me corta — ¿Te ayudó con tu inconveniente? —dice sin creérselo.

—Eh, sí —frunzo el ceño. Él me mira como si me hubieran salido dos cabezas.

—¿Fabriccio ayudando a una persona, que no conoce en lo absoluto y que es mujer?

—¿Por qué te sorprende?

—Porque Fabriccio es el tipo de chico que solo le importa él mismo y su familia. Excepto su padre —dice lo último bajito.

—No seas exagerado —le doy una palmada en el muslo.

—No estoy siendo exagerado. Creí que el haberme estado preguntando a cada rato por ti, era pura curiosidad, pero esto ya lo superó todo —dice rápido. Me siento confundida.

—¿Te preguntó por mi? —esta vez es a él a quien le salieron dos cabezas.

—Eso mismo —asiente.

—Mejor te sigo contando —tomo un respiro —Bueno, me ayudó, pero luego me dijo enana y boo, solo por vestir la camiseta rosada grande que ÉL me compró. Ahora, ayer me chantajeo con mis zapatillas y me mintió diciendo que nos perseguía un policía, para cargarme y llevarme a una cafetería. —me exalto.

Enzo me mira sorprendido.

—Sí que quiere hablar contigo.

—No sé —acuno mis mejillas en mis manos.

—No aplaudo lo que hizo, pero lo entiendo —lo miro como si me dijera que vivimos en Plutón y no en la Tierra. —Él es de los chicos que está acostumbrado a tener todo cuando quiere, como quieres y donde quiere. Tú estás siendo la excepción, una gran excepción, porque tiene un interés en ti, quieras aceptarlo o no. Por eso no sabe cómo lograr que le prestes el mínimo de atención. —agarra mis manos entre las suyas.

—No quiero que me hagan daño, Enzo —siento mis ojos arder tras acumular lagrimas que están por caer.

—Mercey... —empieza a decirme. —yo no soy nadie para decirte lo que está bien y lo que está mal, pero lo que sí puedo decirte es que tengas en claro lo que quieres, y hagas valer tu decisión. Fabriccio es un chico que en estos momento no quiere algo serio y que brinde rosas y chocolates, tampoco sé si eso haya cambiado, es muy difícil entenderlo. Te diré algo, el cariño e interés de una persona fría es lo más sincero que hay, pero debes tener cuidado de salir dañada de eso.

Me quedo mirándolo mientras proceso lo que acaba de decirme.

—Gracias —mis lagrimas caen y no puedo evitarlo. Él las seca con su pulgar rozando mi mejilla.

—Solo, cuida tu corazoncito. —me abraza como un oso—podrán haber roto a la Mercey de antes, pero tu corazón sigue intacto, lo sé —me da un beso en la frente.

—Te quiero, Mickey —apoyo mi cabeza en su pecho.

—Yo también te quiero, Minnie.

Luego de unos segundos abrazados y sentir la batalla en mi barriga entre mis tripas hablo.

—Oye —alzo la vista —Tengo hambre.

—Está bien, busca una película —se pone en pie y va por los makis.

Enzo siempre fue un chico tranquilo, ha sido el único chico en el que he confiado 100%, porque siempre me demostró estar para mi, sin la necesidad de tener un interés más allá de la amistad en mi.

Es un chico de 1.85 de cabello rubio oscuro y ojos verdes. Es guapísimo, en un primer momento me gustaba, pero solo era confusión de mi parte. Lo conozco desde hace 3 años y siento que es de toda la vida, tenemos varias experiencias juntos, algunas vergonzosas y otras tristes, pero la pasamos juntos.

Él estudia medicina, en la misma universidad que yo. Cuando necesitaba hacer ciertos proyectos me usaba para sus experimentos, me sentía ratón de laboratorio.

...

Los siguientes días hasta el viernes pasaron tranquilos y no sé cómo sentirme al respecto. Me gusta mi vida "tranquila", pero el drama que trajo Fabriccio con él, me gusta más. De cierta forma extraña me gusta. Es como sentirte viva. Fabriccio me permite sentir. El estar cerca de él. logra que mi cuerpo se tense como las cuerdas de una guitarra, ansiando su tacto, su más mínima mirada. Me estoy volviendo loca, perdón, me está volviendo loca.

-----------------

Nota de autora:

¡Hola! :D

Este capítulo es el más corto hasta ahora, pero siento que dice mucho. Con eso me siento bien.

Espero les esté gustando el libro, quiero aclarar que es la primera vez que escribo, por lo tanto esto es solo un borrador. 

Gracias por leerlo <3

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora