4. Pequeño inconveniente (parte I)

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Capítulo 4

Mercey

Al día siguiente...

Era domingo, quería seguir durmiendo, moría de sueño, quería seguir echada, pero a veces el hambre llama y seguir así no podía. 

Me destapé y me senté en la cama esperando que me pasara un poco el letargo por dormir hasta las –veo la hora en mi celular - ¡¿Una de la tarde?! Rayos, si estaba cansada. Salí de la cama y me cambié de ropa para poder desayunar y de paso arreglar un poco el departamento, ayer no pude terminar de hacerlo.

Estoy muy ansiosa, ¡Hoy se estrena la segunda película de Frozen! ¡Qué emoción! Frozen es mi película favorita, porque a pesar de todos los conflictos el amor de hermanas sigue intacto y el amor se muestra como algo fuera de lo común, que de quien menos te imaginas, terminas enamorándote.

Puse mi lista de canciones de Disney en Spotify y me comencé a ordenar mi cuarto, metí algunas prendas a la lavadora, fregué los platos ,limpié la sala... No soy amante de la limpieza, pero a veces debemos ordenar un poco ¿No creen?

Cuando ya eran las 3 de la tarde, pedí comida china para almorzar. Luego me bañe y me cambié. Mi outfit de hoy es sencillo, es un vestido celeste a rayas de tiras corto y mis converse blancas.

Cuando llegué al cine, compré una malteada de fresas y un crepe de bodge con plátano. Me dirigí a la sala donde se proyectaría la película y me senté en el asiento que elegí al comprar la entrada.

La película estaba espectacular, pero cuando iba por la mitad sentí algo húmedo en mis bragas -¡OH, NO! Esto no me puede estar pasando.

Maldije en voz baja y me paré para ir a los servicios, puse mis manos atrás para intentar taparme por si me había manchado y salí de la sala. -¡Moría de vergüenza!

Caminé rápido hasta los servicios y me metí en un cubículo.

Luego de revisarme vi que estaba manchada y lo peor es que no podía disimular, mi vestido era claro y ni siquiera traje alguna chaqueta para cubrirme.

Lo peor de todo es que se suponía que debía venirme la otr... Espera ¿Qué fecha estamos? —vi el calendario en mi pantalla —Mi menstruación estaba bien, fui yo quien se descuidó. ¡Qué estúpida fui!

¿Qué hago? ¿Qué hago? —pensé con las manos tapándome la cara.

Justo hoy que estaba sola debía pasarme esto. Me senté en el inodoro y busqué en mis contactos a quien llamar.  

  —¿Mercey? —preguntó Abi al otro lado de la línea.

  —Abi, necesito ayuda —dije de frente.

  —¿Ayuda? ¿Qué pasó? —mi amiga parecía preocupada.

  —Me acabo de manchar y estoy en el cine. No sé qué hacer.

  —Mercey, lo siento, no podré ayudarte. Regresaré todavía mañana en la tarde. —se disculpó —Pero puedo decirle a alguno de los chicos.

  —No, está  bien. No te preocupes. Cuídate —nos despedimos y colgué.

"Rayos"

Volví a revisar en mi móvil para ver como si por obra de la magia llegara a aparecer la respuesta para mi "pequeño problema". Fruncí el ceño cuando vi que me llegó un mensaje.

De: Número desconocido

¿Estás bien?

"¿Qué mierda?" Yo no suelo dar mi número así nomás, por lo tanto sabría de quién se trata, pero no recuerdo darle a alguien mi número en los últimos días. A menos que alguien que lo tenga lo comparta.

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora