Capítulo 2 La primera reunión

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¿Cómo diferenciar la realidad de los sueños? Ya habían pasado siete años desde entonces y aún podía percibir el aroma a quemado, pese a estar rodeada de oscuridad, una oscuridad tan grande que le hacía sentir pequeña y débil, pero entonces las gra...

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¿Cómo diferenciar la realidad de los sueños? Ya habían pasado siete años desde entonces y aún podía percibir el aroma a quemado, pese a estar rodeada de oscuridad, una oscuridad tan grande que le hacía sentir pequeña y débil, pero entonces las grandes llamas se alzaron comenzando a extenderse y asfixiarla mientras de fondo podía escuchar los gritos desesperados de personas que pedían ayuda. Su verde mirada parecía buscar a alguien con desesperación, las palabras no salían de su boca y sus lágrimas ardían

Altas figuras negras perseguían a las más pequeñas para tragárselas y ella debía huir de ese destino, sin embargo esa oscuridad la encontró y comenzó a arrastrarla lejos del fuego y los gritos ¿por qué debían arrancarla de su hogar? Incluso si solo quedaban cenizas frías, ella nació y creció allí, pero ¿realmente tenía sentido permanecer en una tierra muerta? No, en ese momento solo deseaba sobrevivir y jamás haber soltado su mano, misma que fue pisoteada por aquellas formas oscuras hasta que voltearon hacia ella y entonces...

"¡No, no me lleven!"

— ¡No! —exclamó sentándose de golpe y topándose con varios rayos de luz descansando en su rostro— un sueño, solo fue un sueño... —intentó confortarse así misma, pese a sentir sus manos y pies fríos— ¿por qué ahora debe volver ese pasado que se supone he enterrado?

Una cortesana en entrenamiento como ella desde el día en que fue vendida a aquella casa lo perdió todo, su nombre, su familia, su libertad, su honor y dignidad. creció con un gran vacío y odio hacia lo que le rodeaba y de no haber sido por Karyū Oiran, quien la descubrió y salvó, probablemente hubiera terminado por tomar su vida a ser un bajo entretenimiento para los hombres, sin embargo eso no quitaba que habían otras mujeres que no contaban con la misma suerte, mujeres que eran mancilladas cada noche porque no tenían otra opción

Al menos ella tendría la oportunidad de poder escoger para quien desatar su obi y hasta ese momento usaría todas las tácticas posibles para sobrevivir y obtener su libertad, no permitiría jamás que ningún hombre la tocara, ya que nunca iba a ceder y rendirse en su vida ante un destino que no escogió. Koemi sacudió su cabeza llena de frustración, odiaba ser una cortesana, odiaba vivir en el distrito de las flores y por supuesto odiaba a los tipos que se atrevían a pisotear la moral de las mujeres menos afortunadas

Probablemente lo más frustrante era ver esas situaciones y no poder hacer nada, aunque debido a su naturaleza muchas veces había intervenido por sus hermanas y también metido en problemas a su mentora, sin embargo ella nunca la abandonó, ni desechó. Karyū crecía en ella, lo hizo desde el primer momento en que la vio, a pesar de eso Koemi no estaba orgullosa de poseer belleza o una mirada encantadora porque los hombres no verían eso, sino que tratarían de tocar e imaginar su cuerpo desnudo, tan repugnante.

"Debo sobrevivir y no ser comida porque esto es Yoshiwara, no hay piedad"

— ¿Koemi-chan?

Te querré por siempre - Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora