Capítulo 7 Lo que aqueja a la mente y el corazón

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Iguro Obanai nunca creyó que una gran pelea entre su mente y al parecer —vivo corazón— bueno, desde un punto de vista científico ya estaría muerto si este primordial órgano no siguiera latiendo, pero ¡no hablaba de eso, no! Eran precisamente sus "...

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Iguro Obanai nunca creyó que una gran pelea entre su mente y al parecer —vivo corazón— bueno, desde un punto de vista científico ya estaría muerto si este primordial órgano no siguiera latiendo, pero ¡no hablaba de eso, no! Eran precisamente sus "emociones" o "sentimientos" lo que le removían tanto que hasta por las noches veía reflejadas esas preocupaciones ¿por qué tenía que pasarle esto justo ahora? Él que había vivido bastante tranquilo y sin preocupaciones por las miradas de incomodidad y tristeza ante su seco trato, ahora solo podía pensar en el rostro sonriente de Mitsuūra Oiran al comer mochis

"¡¿Por qué?! ¿qué tenía eso de interesante?"

No podía explicarlo, pero al verla sonreír y decir que eran deliciosos mientras sus mejillas se tornaban rosadas, generaba una sensación extraña de cosquilleo en su estómago ¿tal vez verla comer le daba hambre? Al final, tampoco creía que pudiera ser eso, solo le daba gusto verla, se sentía cómodo, además ya había pasado la etapa de sorpresa al ver como Kaburamaru se dejaba tocar y acariciar por ella, primero pensó en que tal vez su querido amigo era un baboso por las mujeres hermosas, sin embargo la pequeña serpiente no parecía para nada interesada en la aprendiz "Miyoharu" y ella peor, solo se toleraban

Así que la belleza no era un factor que influyera en la pequeña serpiente blanca, en parte eso le había tranquilizado, ya que no por ser una persona hermosa, automáticamente debías ser buena, al contrario, era más esperado que fueran gente arrogante, déspota y mayormente interesados en ganar algo por dichos atributos, lo cual, según los rumores aquella descripción encajaba perfectamente con una Oiran o cortesana, ellas poseían la belleza y elegancia suficiente y por supuesto, eran conscientes de ello, precisamente las instruían para que pudieran sacar provecho de ello y así encantar a estúpidos hombres hasta dejarles sin un solo centavo

"Una acción vista como malvada, pero que a su vez es solo por sobrevivir"

Cada mujer de Yoshiwara debía tener una difícil historia que contar sobre su pasado y como terminó en tal horrible lugar, siendo desde el punto de vista de un hombre que fue usado y luego desechado una vez obtuvieron todo su dinero, ellas sin duda se volvían las malas, pero a fin de cuentas solo se trataba de comer o ser comido. Esto en un principio le había acostado aceptar, pues para él toda mujer era una gran alerta de tener cuidado, por eso se había rendido desde mucho antes a la idea de casarse o formar una familia porque no sentía que pudiera amar de la misma forma y el tema de un heredero, poco le importaba

Él no tenía la necesidad de dejar algo atrás como una memoria o legado, no era como Rengoku, quien a la larga si era importante que tuviera una familia, así que si su sangre y apellido morían con él, entonces así debía ser. Tal vez ya era momento de plantearse seriamente en hablar de aquello con su madre adoptiva; Rengoku Ruka, pues había sido únicamente por ella que había aceptado llevar a cabo la descabellada idea de Uzui, pues la misma le había demostrado que era una persona buena y gentil, una verdadera madre a la que respetaba y guardaba cariño

Te querré por siempre - Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora