CAPITULO IV

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Jimin lloraba por todo lo que había sucedido, tenía miedo afrontar una nueva realidad sin el apoyo de sus padres, con un pequeño en camino, y con una meta sin ser cumplida, pero había decidido ser fuerte y no dejar que le afectara el rechazo, tenía que aprender a adaptarse.

Naeyon aún estupefacta mirada con rabia a su novio llorar como un chiquillo, las cosas no sucedieron a como lo había planeado y lo peor es que tenía una carga en su vientre del cual no sabía cómo deshacerse, ya que, no tenía dinero para algo tan costoso y clandestino como lo era un aborto.

Al estar frente a una humilde casa, Jimin se sentía aliviado de tener un lugar donde pasar la noche con su novia embarazada quien no había dicho ni una sola palabra en todo el camino, estaba avergonzado por conocer a los padres de Naeyon ya que nunca los había visto.

¿Hija? — abrió la puerta una mujer de mediana edad.

 Sí — caminó fastidiada dentro de la casa por el día desastroso que tuvo que pasar — Él es Jimin, se va a quedar con nosotros.

La mujer regresó la vista al apuesto chico que se había quedado de pie frente a su casa, tenía el rostro rojo y ojos hinchados por el llanto mirando hacia el piso como un niño al cual habían regañado.

¡Oh vaya! Así que tú eres el pequeño Jimin — habló animada la mujer — Mi hija habla mucho de ti, no te quedes allí fuera, pasa querido.

 G-Gracias señora — hizo una reverencia.

Pero que pequeño tan educado, pasa querido pasa — una vez dentro cerró la puerta — Disculpa el desorden hijo, los gemelos hacen sus travesuras a diario y aunque limpie esta casa siempre se desordena.

Naeyon se encontraba sentada en un sofá viejo y descolorido el cual tenía varios resortes a la vista pero la manta de flores que lo cubría lo hizo ver acogedor. El rostro de la pelinegra denotaba lo enojada que estaba en ese momento mientras Jimin la miraba desde lejos, de pie en un rincón de la casa, con la cabeza gacha. Ambos cruzaron miradas, la joven muchacha no podía creer lo débil y patético que era su "novio".

¿Qué haces de pie hijo? — la mujer lo miró con una sonrisa amable — Toma asiento en una de las sillas, no se ven cómodas pero es mejor que estar de pie.

 S-Sí, gracias señora Min — exclamó en forma de disculpa.

No seas tan formal sólo dime Hyesun

 Estoy embarazada — lanzó la pelinegra como si nada.

¿E-Embarazada? — su madre giró su cuerpo y miró sorprendida a su hija.

Sí, el padre es Jimin 

Nadie dijo una palabra más, en aquella casa se escuchaban sólo las voces de los niños. Jimin sentía que iba a morir, no podía ver a la cara de la mujer pues se sentía avergonzado.

E-Esperemos a que llegue tu padre — fue lo único que dijo para después ir a la cocina.

 No puedo creerlo — exclamó molesta.

 Amor no te preocupes, me haré responsable de nuestro hijo y nos casaremos — se acercó a su novia pues pensaba que estaba triste igual que él.

 ¿Responsable? — Sonrió con burla — ¿Qué harás? ¿Llorar? — Negó con la cabeza — Eres débil Jimin, no pudiste pelear por lo que te pertenece por derecho. No tienes trabajo, eres menor de edad y apenas puedes hablar sin titubear ¿Hacerte responsable? — Resopló con una sonrisa molesta.

 ¿L-Lo que me pertenece? — tomó asiento junto a su novia y quiso sujetar su mano pero ella la apartó de inmediato.

 No eres quien yo creía Jimin, me has decepcionado — se levantó para ir a su habitación.

Las palabras que le había dicho la persona que más amaba lo lastimaron, no sabía que había hecho mal, se quedó junto a ella, se haría responsable, aun no sabía cómo pero lo haría por el bien de ellos.

Cuando llegó el padre de su novia tuvieron una larga charla en la cual le hicieron ver a ambos jóvenes los problemas que iban a tener que afrontar juntos pero también los hermosos momentos que pasarían en familia. Los mayores apoyarían a la joven pareja porque parecía que uno de ellos aun tenía el aura de un niño incapaz de adaptarse a una nueva vida. Jimin escuchaba atentamente lo que tendría que hacer desde ese momento para mantener a su familia, en cambio Iseul no tenía interés en nada más que deshacerse del bebé y buscar un nuevo prospecto.



Continuará...

Sentimiento Prohibido - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora