I

17 3 2
                                    

Como hago todas la mañanas desde que cumplí los 6, me levanto a las seis y media de la cama. Hago la cama, aunque no haya mucho que arreglar ya que no soy de esas personas que se mueven por la cama y después a la mañana siguiente tienen la cama hecha un desastre.

 Me levanto y me acerco a mi único armario, el armario es pequeño, pero tampoco tengo mucha ropa ni pertenencias. Me visto con mi único vestido para El día a día. Nunca me he puesto el otro ya que es demasiado elegante para estar en casa con el. 

Me acerco a mi espejo,  me tengo que poner de rodillas para poder ver mi silueta, ya que mi padre me lo puso cuando era muy pequeña. Me miro la cara la tengo redonda y la barbilla puntiaguda y como no en mi nariz millones de pecas pequeñas. Mi pelo es muy rizado y castaño, lo tengo muy largo, hasta la cintura. Hago lo posible por quitar el volumen pero tengo tanto pelo y nudos que al final me conformo con un moño alto. Lo bueno del moño es que no se necesita peinar el pelo, aunque si mi madre se enterase que me pongo un moño para no peinarme, la que me caería.

 Me doy cuenta que el vestido que tengo puesto tiene una mancha en el hombro, me intento quitar la mancha pero no se quita o se a que me pongo un chal por los hombros. Me miro el vestido, es azul marino y es largo, me llega hasta los tobillos. Es sencillo no tiene mucha decoración. Me pongo un broche en el pelo y  bajo por las escaleras. 

Como siempre mi madre ya me está esperando abajo, con la misma cara que siempre pone. Una sonrisa forzada que quiere transmitir lo de siempre, tristeza y desesperación. Me mira y me dice:                                                                                                                                                                                                          -Beatriz que te dije de esa chal, es demasiado viejo y encima tiene pelusas, anda quítatelo, no me extraña que todavía con 16 años no tengas un pretendiente, con esas pintas que llevas.  

  -Madre este chal me lo regalaste tú hace 5 años y encima es el único abrigo que tengo, si tiro este me moriré de hipotermia en invierno. -Le respondo fríamente.

 -Ya hablaremos del tema luego ahora necesito ayuda en la cocina. -Me responde desesperadamente.     

    Como somos muchos en la familia, mi madre y yo nos levantamos para poder así tener tiempo para preparar el desayuno para todos. Mientras preparábamos el desayuno, no hablamos nada. En la cocina se hico un silencio incómodo para la mayoría de la agente, pero yo ya estaba acostumbrada al silencio incómodo. Pasaron las horas hasta que se hico las siete y media. El primer en bajar fue mi padre Jorge. Mi padre es un hombre alto y con gafas. Su estatura lo es todo, ya que no se pueden decir nada más sobre el, bueno si trabaja en la ENH. Esto es decir en la empresa mas importante de New Goiy. New Goiy es el pueblo en donde vivo, es un pueblo grande con muchas casas y hasta con empresas propias y un gobierno.

 La segunda en bajar fue mi hermana Julliet y su marido. Julliet tiene 2 años más que yo esto es decir tiene 18. Julliet y su marido van a quedarse con nosotros hasta que Julliet tengo su hijo. Son rituales de el pueblo, todas las mujeres que vayan a tener un bebé, tendrán que tenerlo en la casa donde nacieron. Hay mucha gente que no esta contenta con esta norma, ya que nacieron en otros países y se tiene que ir para después volver otra vez. Y eso cuesta mucho dinero y nadie tiene dinero solo los nobles o el rey. 

Después de cinco minutos bajó mi hermana Grace. Grace tiene un año menos que yo pero ya está planeándose casar. Antes éramos inseparables, pero desde que encontró a John, un joven panadero, solo piensa en casarse con el. Y como no John le acompaña a Grace. Grace es una joven jovial y que nunca se le quitará esa maravillosa sonrisa que tiene.  Después de diez minutos más mis tres hermanos bajaron. Joll y Moll bajaron empujándose por las escaleras, ya que se están todo el día peleándose. Joll y Moll tienen la misma edad ya que son gemelos. Son inseparables, y siempre dicen que se casaran con unas gemelas y que tendrán gemelos. Todo fantasías ya que son los únicos gemelos de todo el pueblo ya que la mayoría se han muerto en el parto o en la infancia.  Acompañando los y intentando separarlos estaba Mark. 

Mark tiene el pelo rubio ondulado, los ojos azules y los dientes demasiado blancos para mirarlos fijamente. Es decir es PERFECTO, no tiene ni una sola peca mi lunar en todo el cuerpo. Todas las chicas del pueblo se quieren casar con él (menos las chicas nobles o muy ricas que son como 10).Para mi padre Mark es el favorito ya que es perfecto. Mi padre también está orgulloso de  Julliet ya que se ha casado y va tener un hijo dentro de unas semanas. También se siente orgulloso de Grace ya se va a casar dentro de poco. Pero mi padre lo que siente por mi es decepción ya que no he conquistado a nadie y  nadie me va a pedir matrimonio. Pero eso iba a cambiar esa mañana o mejor dicho ese mismo desayuno.

EscapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora