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12 de febrero
La imagen de delante suyo aún era difícil de procesar, se sentía tan irreal que hasta respirar le estaba costando, la lluvia golpeaba su rostro mientras veía el cuerpo sin vida de Draken en el suelo.
Recordaba vagamente conducir su motocicleta a maxima velocidad sin saber el motivo, cuando se detuvo solo pudo mirar aquel cuerpo sobre el pavimento.
───Ken-chin ───. Susurró delante del cadáver del dragón, sentía el nudo formarse en su garganta ardiendo completamente.
Sabía que aunque se moviera no lograría nada, lo había perdido.
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Despertó completamente aterrado, su frente estaba empapada de sudor, su respiración era irregular y podía sentir sus ojitos picar en señal que lloraría en cualquier instante.
Manjirō no sabía el motivo pero aveces solía tener horribles pesadillas donde las personas que amaba terminaban muertas: Shinichiro, Baji, Emma, Izana o Draken, siempre eran ellos los que aparecían pereciendo en sus sueños, siempre que algo así sucedía se levantaba gritando y llorando.
Esta vez se había sentido tan real aquella pesadilla que aún sabiendo que había despertado el temor seguia instalado en su pecho, rápidamente tomó el teléfono sobre su mesita de noche marcando un número.
Un tono.
Dos tonos.
───¿Uh, Mikey? Son las tres de la mañana ¿pasa algo? ───. La voz del otro lado de la línea sonaba adormecida , había sido recién despertado.
Mikey se congeló, no sabía que decir "lo siento soñe que morias y quise ver si estabas bien" no, eso sonaba como una total estupidez para despertar a alguien sin motivo.
No pudo evitar gimotear levemente al sentirse aun sensible, se sentía conmocionado.
───¿Estas llorando? ¿Mikey que sucede? ¿Me es— ───. Manjirō corto la llamada dejando el teléfono sobre la mesa de nuevo.
