[EDITANDO]
¿Qué pudo haber pasado si Kotoha nunca hubiera visto a Douma devorando a aquellos que se hacían llamar su culto y nunca hubiera arrojado a Inosuke de aquel acantilado?.
Esta historia narra la vida de Inosuke Hashibira el "hijo" de la seg...
| Esta Historia es Original no se permiten copias ni adaptaciones, Derechos a Koyoharu Gotōge por los personajes, además no estará muy apegado al manga, será cambiado levemente para que quede bien para la historia.|
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Los pasos del joven , ahora cazador, eran calmados, el sol salió del horizonte saludando y sonrió, siempre le ha gustado el calor del sol sobre su piel, cerró los ojos sintiendo más a gusto aquel toque en su piel clara y siguió su caminata.
Su mente dibagaba con duda, espera que su forma de engañar funcione correctamente, nunca de ha encontrado con Cazadores, bueno, si se ha encontrado con varios, pero nunca fue detrás de los Pilares, la Hashira que su padre asesinó no fue cosa de él, así que no sabía del todo como serían aquellos cazadores de rango elevado, ¿tendrían algún don de nacimiento para percibir cosas? ¿Tendrían un sentido del tacto subdesarrollado como lo tenía él? Ó ¿Acaso tendría oportunidad de manipularlos?, una cosa era manipular a su padre con ojos de cachorro, otra, manipular a gente que no conocía nada de ellos.
- ¿Eh? - Al frente de él había una cabaña.
Una sensación familiar a cuando un demonio solía ir a visitar a su padre se activó, viendo una finca en perfectas condiciones en frente de él, no había duda, un demonio de rango muy menor estaba allí pero con un poder que podría ser fuerte.
- ¡Bien! Acción, debería de entrenar.
Se adentró en la casa abriendo puerta por puerta, caminando con tranquilidad y con sus pies descalzos siendo arrastrados por la madera. Un sonido extraño se escuchaba por las puertas.
- ¿Tambores?.
Antes de abrir una puerta otro sonido se volvió a escuchar, cambiando de habitación.
- Genial, muy genial - Gruño.
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¡Malditas sus ganas de pelear! ¿Cuánto tiempo llevaba ahí?, ¿Una, dos, tres semanas?, no lo sabía, lo que sí sabía era que el Demonio de ahí tenia unos tambores que lo ayudaban a cambiar habitaciones ya que se lo ha cruzado unas cinco veces en ese periodo. Había un niño y talvez, otras presencias, no lo sabía, pero lo que sí sabía es que no aguantaría mucho, el hambre le estaba jugando en contra, por suerte sabía racionar el agua de su cantimplora o se hubiera muerto por deshidratación y decepcionaría a sus padres, su amada progenitora seguramente llorara su pérdida, y su idiota padre se estaría lamentando de la forma más tonta posible, como la vez que de pequeño se perdió en un bosque, Douma fue quien lloró más que su yo de 7 años al encontrarse de nuevo luego de un día casi noche estando lejos de ellos.
Soltó su doceavo gruñido del día, Se encontraba muy cansado estaba por irse a otra habitación hasta que alguien abre la puerta a sus espaldas, volteándose rápidamente en posición de defensa.
- ¡AHH! ¡UNA BESTIA! - Lloriqueo un joven de haori amarillo y degrade naranja "El de la selección" Mientras se cubría con el cuerpo del niño.
