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-Vengan y observen, observen cosas tan misteriosas que el ser humano no ha podido dar respuesta- gritaba aquel hombre alto vestido con un traje a rayas que apenas se destacaba del montón de gente

La música fuerte de las atracciones inundaba mis oídos, mi cuerpo chocaba contra otros visitantes que buscaban la siguente atracción para divertirse.

-Oye vamos la fila se hacen cada vez mas larga- dijo una voz masculina que me miraba pero su rostro era inexistente, sabía que debía confiar en el solo por escuchar su voz -vengan vamos si la fila continua creciendo pasaremos hasta mañana- dijo jalando de mi ropa obligándome a seguirle.

El sonido de los gritos que salían de aquella montaña rusa hacían temblar mi cuerpo, un sentimiento de nerviosismo se hacía presente en el aire, aquella persona irreconocible para mis ojos parecía excitado por subir a la enorme atracción de hierro en cambio yo solo era un manojo de nervios que no podía ni intentar ver la atracción para saber cómo era y por qué aquellas personas sonreían.

Un cerrar y abrir de ojos bastó para ver qué me encontraba sentado en aquella atracción -esto va a ser genial- gritaba de forma eufórica mi acompañante, yo solo temblaba por el miedo de ser la persona que abordaba el primer carro.

Un sentimiento de inquietud y pánico comenzaron a hacerse presente, intentaba hablar pero mi voz era muda. . ."no tienes ni voto ni voz" me dije a mi mismo.

Cuando intenté hacerle señas a mi acompañante el juego comenzó, podía sentir la adrenalina correr por mi cuerpo de pies a cabeza, como cosquilleaban mis dedos enterrados en aquel tablón con una fina capa de espuma.

Era soportable hasta que llegamos a la primer subida, podía ver la cuidad, las nubes y poco a poco sentir que mis pulmones se quedaban sin oxígeno.
Mi cuerpo se tenso al llegar a la cima y no poder ver dónde era que terminaba aquella horrible subida.

Cuando pude tener voz solo pude susurrar para mí mismo "saquenme de aquí"

Y comenzamos el descenso, sentía mi piel quemarse por la velocidad mis ojos lloraban y mi corazón latía tan rápido que sentía que saldría disparado de mi pecho.

Poco a poco esa velocidad se iba duplicando haciendo que mi cuerpo comenzará a quedarse pegado en aquel asiento plástico, seguía sin ver el final de esa bajada sintiendo un extremo miedo.

Mis pulmones quedaron sin aire al llegar a lo que parecía un túnel.

Desperté me encontraba en un ambulancia de camino al hospital.

-VOLVEMOS A TENER SIGNOS APRESURESE ANTES DE VOLVER A PERDERLO!- Escuché gritar a la persona que mantenía la mascarilla de oxígeno en mi rostro.

Solo gire un poco la cabeza para encontrarme con aquella persona de mi sueño sosteniendo mi mano mientras lloraba y me susurraba -por favor amigo resiste. . .-

Al llegar al hospital revisaron mis signos y en cuanto recobre mis sentidos me explicaron todo, mis signos parecían los de una persona que acababa de bajar de una montaña rusa, dijeron que mi corazón se había parado por unos 3 a 5 segundos.

Salí del hospital apenas dieron las 5 de la mañana acompañado de mi amigo.

Mi corazón seguía latiendo con cierta fuerza haciéndome preguntar

¿De verdad lo soñé?

Los sueños que me aterranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora