Capítulo 5

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Mi cabeza choca contra el suelo. Mantengo mis ojos cerrados por el dolor del golpe. 

- ¿Estás bien?

Dos ojos avellana me miran desde arriba con preocupación a través de las lentes de unas gafas.

Es Maki, Maki me ha salvado.

Está encima de mí, con las manos apoyadas a ambos lados de mi cabeza para no caer por completo y aplastarme. Su pelo ahora suelto, cayendo sobre sobre mi cara y cuello.

La repentina caída ha hecho que una de sus piernas acabe justo en medio de las mías, con la rodilla flexionada, haciendo presión impidiendo que me levante fácilmente.

Estar en esta posición tan comprometedora me pone nerviosa. Noto como los latidos de mi corazón aceleran al notar su cuerpo pegado al mío, sintiendo su agitada respiración, jadeante, cerca de mi oído y gotas de sudor resbalando por su rostro.

Espero que no se dé cuenta de las emociones que esto me está provocando. Sé que esto solo ha sido un accidente, solo quería protegerme. 

Me siento tan avergonzada por estar sintiéndome y pensando así ahora. Estamos en medio de una misión importante, quizá bastante más de lo que pensabámos y aquí estoy yo, paralizada mirando a la chica que tengo encima sin poder levantarme.

Alguien cae inmediatamente cerca de nosotras. Maki levanta la cabeza y mira para los lados para encontrarse con un Fushiguro intentando incorporarse después de ser empujado fuertemente contra una pared. 

Se pone de pie, preparada para luchar contra el enemigo. 

- Espera- Antes de poder hacer nada aparece Panda acompañado de Inumaki.

Los dos parecen no haber salido muy afectados del ataque sorpresa. 

Con rapidez, el mayor de los dos se planta delante de la maldición grande y alta, sin piernas y con más brazos de los que podría contar, llena de objetos que se han ido quedando pegados a su pegajosa superficie. 

Corre hacia ella preparandose para asestarle un puñetazo en el centro de su barriga. El impacto del golpe hace que su cuerpo se tambalee un poco para luego volverse para contratacar. Se mueve con una agilidad increíble para su limitado cuerpo. 

Empieza una batalla entre los dos, ambos moviéndose por todos lados a gran velocidad destrozando todo lo que encuentran a su paso. Panda intentando mantener la distancia mientras ataca y la otra esquivándolo a la vez que atesta golpes con sus cientos de brazos. El primero saliendo mucho más herido que su adversaria. 

Antes de que la situación de su amigo empeore, Inumaki se interpone entre los dos. Ya llevaban bastante rato peleando.

Se baja la cremallera de la chaqueta que siempre está cubriendo su boca y grita.

- ¡DETENTE!

El efecto de su técnica maldita apenas dura unos minutos, unos que Fushiguro aprovecha bien para ir a la carga y ayudar a su compañero. Ha estado analizando detenidamente lo que ocurría, intentando encontrar algún punto débil de la maldición y esperando al momento oportuno para atacar. Esa es su manera de pelear.

- ¡LOBOS DE JADE!- Se pone en posición y llama a los shikigamis de los lobos gemelos.

Nada más aparecer, los dos salen corriendo hacia la masa de brazos y objetos, ahora luchando por recuperar su movilidad por completo. Cada uno por un lado, le golpean y arañan utilizando sus potentes garras, le muerden causándole heridas mientras que esta solo se revuelve en su lugar, esperando que finalizen los efectos de la parálisis. 

Sigo parada en el mismo lugar sentada. Me pongo de pie rapidamente y echo un vistazo al lugar. Puedo ver a todos, Fushiguro peleando junto a Inumaki con ayuda de sus shikigamis y Panda tratando de controlar su respiración y algunas de sus heridas, pero no encuentro a Maki.

¿Dónde está? ¿Le habrá pasado algo? 

Justo cuando voy a preguntarle a Panda, aparece por detrás de nuestra oponente, saltando y golpeándole con la agresividad que caracterizan a sus ataques. Los golpes que le propina con sus armas más los de las sombras de Megumi e Inumaki hacen que esta, a pesar de ya poder moverse y defenderse, vaya retrocediendo poco a poco hasta llegar al borde de las escaleras, resbalando y cayendo por ellas.

Todos, excepto Panda, la seguimos y bajamos acelerados las escaleras. No va a escapar.

Maki sigue arremetiendo contra ella, provocando que la batalla se vaya transladando a otros pisos, acabando en el segundo. 

La maldición, cada vez más dañada, nos empuja violentamente hacia el centro de las oficinas del piso. No hay tiempo que perder, la peliverde continua cruzándola con su naginata, golpeándole con una fuerza increíble pese a su agotamiento. Fushiguro e Inumaki, próximos por si algo pasase y Panda acercándose lentamente a la escena.

Ha llegado mi momento, saco uno de mis muñecos vudú del bolsillo y cojo uno de los dedos que le han cortado a la malidición con sus ataques. Es asqueroso y está lleno de sus babas, pero eso no importa ahora mismo. Lo perforo con uno de mis clavos para formar el vínculo entre ambos. 

Tengo que tomar una decisión, por díficil que sea.

- ¡ESCUCHADME!- Se voltean todos a mirarme, salvo la chica que sigue ocupada lidiando con nuestra adversaria.

- ¡VAMOS A TENER QUE SALTAR!- Puedo hacerla estallar con mi técnica, pero sería muy peligroso quedarse aquí debido al tamaño que tomará la explosión ya que la maldición es muy grande.

Se quedan estupefactos. Soy consciente de que es una locura saltar de un segundo piso aunque no esté tan alto, pero es la única solución. No puedo dejar que nada peor les ocurra. 

- ¡KUGISAKI! ¡¿ESTÁS LO...-Fushiguro está desconcertado, exigiendo una razón.

- ¡SOLO CONFIAD EN MÍ!

Tengo que hacerlo bien. El cómo termine esto depende de mí.

Están parados esperando alguna señal.

Me echo unos pasos atrás para poder tomar carrerilla y corro decidida hacia los grandes ventanales con el muñeco y el martillo, cada uno en una mano. 

- ¡YA!

Escucho el ruido del cristal rompiéndose en cientos de pedazos, el contacto del frío viento del exterior contra mi piel. Los demás me siguen y también están cayendo a mi lado, dejando a la maldición atrás.

- ¡RESONANCIA!- Grito aún estando suspendida en el aire, esperando a chocar contra el piso para poder exorcizar a la maldición .

Flexiono mis rodillas e intento colocarme en posición para caer bien y no hacerme daño en el impacto. 

Panda intenta proteger con su cuerpo a Maki e Inumaki, unos de los que peor han acabado, aunque él también está herido.

La caída parece eterna, a pesar de que solo ha debido durar unos segundos. 

Por fín mis pies tocan el suelo. Trato de mantener las piernas firmes, levanto el brazo, aprieto el martillo y golpeo el muñeco con todas mis fuerzas. 

Se produce un gran estruendo. Parece que ha funcionado, cristales y gotas de sangre caen desde arriba. 

Oigo mucho ruido y sonidos parecidos al de sirenas de policía, pero yo solo me centro en una cosa. 

Lo he conseguido. 

Mis piernas flaquean y caigo al suelo. Me quedo tumbada mirando al cielo y cierro los ojos relajada.

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Intenté hacer este capítulo algo más largo, ya que los otros se me quedaron muy cortos.

Estos días igual tengo más tiempo y actualizo antes. 

Como siempre digo espero que os guste cómo va la historia y agradezco mucho los votos y los comentarios :)

𝘋𝘈𝘕𝘋𝘌𝘓𝘐𝘖𝘕𝘚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora