No apto para cardiacos

Amistad

Te quise escribir "Hola" pero ni sé cómo
Quise darte un abrazo pero no hay como
Te quise dar tanto pero no tengo nada que hacer ahí
Y, te quise contar tanto pero sé que no hará diferencia.

...

Intento una y otra vez dar señales de vida para que me notes, pero, hasta mis mensajes te encantan tanto que pasan meses sin ser respondidos.

Acaso tanta es tu amistad que traspasa las barreras de la física a la psicológica? No creo que así funcione, pero, creo que así lo haces, no me quiero desanimar.

Te quiero preguntar cómo estás, qué has hecho, Cómo te a ido? Pero sé que no habrá respuesta.

Esa es la amistad profesada "eterna". La amistad duradera y felíz que todos sueñan?
Esa es la manera en que se da y recibe algo? Solo siendo uno el que intenta?

Podrán pasar años y no me escribes pero cuando alguien más me nombra su "mejor amigo" ahí sí saltas a decir que es mentira para después desaparecer nuevamente, ni siquiera nos hemos visto, el último recuerdo de verte fue cuando por mi cuenta después del trabajo fui de visita sorpresa con un regalo. Esa vez me recuerdo felíz y lo agradezco hablé con tu madre, conocí un gato que vivía por ahí. Fue, lindo y calmo.

Pero, ya pasaron años y ni un gracias me diste, vas con tus amistades de un lado a otro y se regalan cosas. No sé si sentí celos, creo que sí, es claro tomando en cuenta que yo era el del título "mejor amigo"; viviendo a treinta minutos de tu casa, planear una salida no era tan difícil, pero para tí sí, era toda una odisea que se quedaba ahí.

Con el tiempo entendí que no era más que tú diversión de momento, nada romántico, ni fuera de tono pero igual duele, pensar que los años en que defendía una amistad "sincera" eran solo una ilusión. No sé si es mi culpa por no darme cuenta antes tal vez sí, la ingenuidad es grande, más cuando se profesaban muchos años de amistad, algo de película o cuento infantil. Empecé a ver mejor las cosas y ya no necesito preguntarme si estás bien o si necesitas algo, con el simple hecho de tenerte como un buen recuerdo de mi infancia será suficiente.

Así doy fin a mi "tragedia" amistosa, no duró lo que creí pero fue interesante y una buena lección de vida, vale la pena pensar en esto no como algo doloroso sino como una enseñanza.