Clarisa Bucarelli y Boram Lee son amigas, en realidad son mucho algo más que eso. Para Boram, Clarisa es su salvadora pero también una hija. Para Clarisa, Boram es su mejor amiga, aunque a veces demasiado sobreprotectora. Su historia se entrelazó cu...
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Me encontraba asomada en uno de los balcones de mi casa. No hacía mucho tiempo que vivía en Revenge Town. Era una ciudad pequeña con encanto aunque a simple vista no lo tuviese. Su nombre ya te hacía pensar en algo oscuro. La casa en la que estoy es una herencia familiar. No sabía que la teníamos hasta la muerte de mi abuela. Decidí tras su funeral el venirme aquí porque quería experimentar el motivo al que le llevó mantener la casa.
Hizo falta un par de días para adecentar la fachada. La pinté de un color alegre: rosa. Mi color favorito. De esta manera la encontraría antes. Además coloqué unas cuantas macetas en el exterior para darle algo más de vida e intenté recuperar las plantas que había en la fachada. Hacía que se pareciese a una casa perdida en el bosque. En cuanto al interior todavía lo estaba "reformando". Había contratado un albañil para que lo hiciera, pero seamos sinceros era un conocido que ya sabía que no iríamos por el método convencional. Usaríamos nuestra magia para terminar lo antes posible y disimularíamos el asunto de los escombros. Era nuestro pequeño secreto.
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Este relato ha sido muy breve en comparación con los anteriores. Con él se pretendía dar una pequeña pincelada de la llegada de Clarisa a Revenge Town.
