1. Vida desnivelada

2.1K 139 23
                                    

El molesto sonido de la alarma que emitía su celular hizo que sus ojos se abrieran de una sola vez, como si fuera un instinto, regreso su mirada hacia el chico que descansaba sobre su pecho con su mano aferrada hacia la camiseta de dormir, una sonrisa se formo en su rostro apreciando la ternura del menor. Intento moverse con cuidado para no despertarlo, acomodó su cabeza sobre la almohada y cubrió su cuerpo con el cobertor de la cama para que pudiera descansar.

Camino hasta el baño para alistarse e ir a recoger a sus padres que llegaban de Singapur, había sido una semana bastante pesada debido al final de los exámenes, pero como siempre ambos lo habían conseguido, así que era justo que descansaran por lo menos un día antes de regresar a clases, aunque a él le tocaba presentarse ante sus padres.

Cuando estaba listo para salir, tomo una hoja vacía del escritorio e hizo una pequeña nota explicándole a Tine que saldría, pero no se demoraría mucho, pues era seguro que a penas despertara lo buscaría por todo el departamento, dejo un beso sobre su frente posicionando la nota sobre la mesita de noche y salió de la casa lo más rápido que pudo, mientras menos tiempo llevara la bienvenida más rápido regresaba a casa.

Al llegar al aeropuerto se dirigió hacia la sala de espera, se encontraba un poco nervioso, pues tenía muchas ansias de ver a sus padres y disfrutar con ellos así sea por muy poco tiempo, ya que solo regresaban a dejar que su hermano gemelo terminara sus estudios en Tailandia. Lo llevaron para que asistiera a una de las citas de negocios a petición de su madre, pero este simplemente no se había mostrado interesado en ello, por eso se encargó que ese viaje fuera una verdadera pesadilla para sus padres.

—Mamá — menciono con una sonrisa mientras se acercaba para abrazarla.

—Cariño

La mujer devolvió el abrazo con mucha efusividad dejando ligeras caricias en la espalada de su hijo, su padre se acercó hasta él para saludarlo de la misma manera acompañado de una gran sonrisa en sus labios.

—¿Cómo estás? — preguntó a su hermano con cautela intentando no recibir una respuesta evasiva.

—Como me vez — respondió de manera desinteresada bajando la capucha de su polera — ¿Nos vamos?

Sarawat bajo la mirada un poco dolido por esa actitud, con un suspiro tomo la maleta de su madre para comenzar a caminar hasta la salida. No entendía por qué siempre su hermano le respondía de esa manera, pero de todas maneras ya estaba acostumbrado.

La mujer cerró los ojos con fuerza un tanto cansada por ese comportamiento, no había un solo día donde su hijo menos trata de mejorar la relación que tenía con su hermano, y por más que lo intentaran no lo conseguía parecía que esa situación nunca iba a cambiar.

Era verdad, cuando pequeños peleaban mucho por su manera de ser.

Sarawat Guntithanon era el chico tranquilo, obediente y talentoso en cada una de sus acciones, no mostraba mucho sus sentimientos, pero eso nunca le impidió comportarse de manera educada frente a los demás. Un joven respetuoso, apuesto y responsable en cada una de las actividades que su padre le confiaba, ahora que Tine estaba junto a él, una sonrisa se veía más seguido en su rostro haciendo que mejorara en todo lo que hacía.

Day Guntithanon era todo lo contrario, el típico chico que salía a fiestas todas las noches y regresaba en la madrugada, borracho, con los labios hinchados y con la ropa alborotada y sucia a como había salido, un horrible olor encima de su cuerpo debido a las relaciones que se daba en tan solo una noche. Líder de una pandilla y con una actitud siempre a la defensiva, no le gustaba compartir tiempo con su familia, pensaba que todas esas cosas eran aburridas, mentiras que creaban las personas adineradas para aparentar una familia perfecta, algo que no era cierto y nunca lo llegaría a ser.

El Cuento del chico equivocado│SarawatTine (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora