CAPÍTULO 5 CITA

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Sergey
Escucho el auto de mi esposa llegar, me sentía tan angustiado pensando en donde estaría y sobre todo que tanto estaría imaginando.

Esta mañana, después de hablar con ella, la noté muy desanimada, y aunque los asuntos que me retenían allá, eran de suma importancia, decidí arriesgarme a perder una enorme suma de dinero si las cosas van mal a dejarla sola en estos momentos, mi familia vale más que cualquier negocio exitoso o que cualquier suma de dinero.

La decisión estaba tomada, solo estaba afinando los detalles para regresar, cuando recibí una llamada. Se trataba de la que pronto será suegra de mi hija, y aunque Rodrigo es un chico excepcional y me caiga muy bien, su madre es otra cosa. La soporto por educación y porque pronto seremos familia, aunque no me agrade.

Me dijo que era urgente hablar conmigo y me citó en el restaurante del hotel en donde están hospedados, y aunque mi prioridad era llegar cuanto antes con mi esposa, decidí atender ese asunto primero, no tenía idea de que era eso tan urgente que quería tratar, además sin que se supiera de nuestra reunión.

Cuando llegué al lugar de la cita, ella ya había ordenado, yo no quería nada así que me disculpé y solo bebí unos cuantos sorbos de la copa de vino.

_ Te preguntarás cual es la urgencia. - me dijo después de que pacientemente esperé a que comiera algo. _ la verdad es algo tan vergonzoso. - dijo y en ese momento supe por dónde iría nuestra charla.

No dije nada y solo la miré y le presté atención.

_ Si estoy aquí. - continuó. _ es porque no es justo que tu mujer y mi esposo nos vean la cara. - hizo una pausa esperando mi reacción,

Yo permanecía imperturbable, vi cómo se removió incómoda, quizás pensó que me alteraría, que gritaría, que exigiría una explicación, sin embargo, solo la miré fijamente esperando a que continuara.

_ Supongo que no sabes que ellos se conocen.

No dije nada, ni hice ningún movimiento.

_ En el pasado tuvieron una aventura. - continuó con desesperación ante mi indiferencia. _ terminaron mal. - puso sus manos sobre las mías. _ pero mi esposo sigue enamorado de ella. - se acercó inclinándose hacia mí, para que sus palabras fueran confidenciales.

_ Lo que sucedió antes de mí, no me interesa. - dije apartando mis manos de las suyas, ella volvió a su lugar. _ y si tu esposo sigue enamorado de ella, ese es problema de él y quizás tuyo. - dije. _ yo confío en mi esposa.

_ ¿No lo comprendes? - me miró frustrada. _ ellos se entienden, se han estado viendo a escondidas.

_ Lamento que tu esposo no te diga lo que está haciendo, mi esposa si lo hace, sé que se han visto un par de veces. - dije cortante.

Ella se notaba cada vez más nerviosa, miraba constantemente a su alrededor.

_ Que ella te haya dicho que se va a reunir con él. - insistió intentando por todos los medios hacerla quedar mal ante mi. _ no quiere decir que te cuente lo que hacen a solas, además, ¿para que se reúnen un par de ex enamorados? ¿no te parece raro?

No contesté, pero ella contra atacó con rapidez, su actitud cambió por completo, como si hubiese obtenido lo que quería, demasiado tarde me di cuenta de lo que era.

Se acercó a mí, como si me fuera a decir otro secreto.

_ Quizás tú y yo podríamos hacer lo mismo y pagarles de la misma forma. - de nuevo colocó su mano sobre la mía acariciándola provocativamente y sin previo aviso me besó. Un beso que duró una fracción de segundo, solo en lo que yo reaccionaba, apartándome de ella y retirando mi mano de su toque, la vi sonreír satisfecha y miré en la misma dirección en la que ella acababa de mirar.

La sangre se me heló, era Marcela, ya iba en retirada, no vi su rostro pero percibí su desesperación en sus caminar, en sus movimientos, la vi alejarse, iba a salir tras ella, pero no lo hice, ella siempre ha sabido que la amo más que nada en la vida, que por ella daría todo lo que tengo y aun lo que no tengo, que mi vida le pertenece, lo que vió, solo fue una pantalla de esa loca, el beso aparte de durar unos cuantos segundos, ni siquiera fue un beso, mis labios siempre permanecieron cerrados hasta que la aparte con brusquedad de mi lado, me moría por salir tras de ella, pero la dejé, era momento de saber que tanto me amaba ella a mí, si ahora que se había reencontrado con su viejo amor, sus sentimientos seguían siendo los mismos hacia mí, o iba a poner esto como pretexto para dejar todo y retomar su vida donde la había dejado.

Mentiría si dijera que no estaba asustado, de pronto mi mundo se tambaleaba, podría perder al amor de mi vida y no estaba preparado para hacerlo, ni lo estaré nunca. Aun así, me arriesgué, ella se marchó dolida, eso lo sé y yo me quedé con esa mujer a la que empezaba a odiar cada vez más.

_ Amo a mi esposa. - dije con furia contenida, separándome. - y aunque tu no confíes en tu esposo, yo sí confío en ella y no, no quiero pagarle con la misma moneda, eso sí tus suposiciones fueran correctas, pero no lo son. - la miré con desprecio, me puse de pie y me marché.

Llegué a casa y le pedí al chófer que llevara el auto al taller, hacía tiempo que necesitaba revisión y yo no pensaba salir a ningún lado, mi intención era permanecer a su lado, tanto como ella me lo permitiera.

Las siguientes horas fueron un infierno para mí, fue tanta mi desesperación, que no soporté y le pedí a mi jefe de seguridad que la ubicara, no quería controlarla, solo quería asegurarme de que estuviera bien, bien dentro de lo que cabía, obviamente no lo iba a estar, si caía en la trampa de esa mujer. Después de recibir el informe, les pedí que la dejaran, ella solo estaba tratando de asimilar lo que había visto y era comprensible, aun así, no fui capaz de esperar más tiempo, me estaba volviendo loco la incertidumbre, y la llamé. El escuchar su voz fue un bálsamo para mí y más cuando la escuché decir que me extrañaba, sabiendo yo, lo que en ese momento había en su corazón, quise abrazarla y decirle cuánto la amaba y solo le dije un <<te necesito>> un <<te extraño>> que sé, ella puso en duda, pero yo me encargaré de que de verdad sepa y sienta cuánto la amo, cuanto la extraño y cuánto la necesito.

AMOR SIN FRONTERAS/ No. 2 De La Serie: AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora