CAPITULO 39

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Había tratado de esculpir al chico de ojos brillantes y linda sonrisa, pero ninguno de sus intentos le había convencido; quería que fuera perfecto, como él lo veía; pero solo logro que la vergüenza le ganase con aquel chico de ahora cabellos claro...

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Había tratado de esculpir al chico de ojos brillantes y linda sonrisa, pero ninguno de sus intentos le había convencido; quería que fuera perfecto, como él lo veía; pero solo logro que la vergüenza le ganase con aquel chico de ahora cabellos claros teñidos.

Veía atentamente cada parte de aquella pequeña habitación con algo de emoción; yo no sentía que su pasatiempo fuera tan absurdo; trato de no volver preguntar o hablar de las figuras que estaban sobre la mesa de aquella habitación; pero era alguien que tenía mucha curiosidad y más en especial si tenía algo que ver con chico de ojos rasgados y dulce risa.

Willy...am...- Llamo al chico con la vista baja y vergüenza mientras sonaba un poco animado.

...¿Quieres que la termine verdad?- Alzo un poco la vista para divisar como su pareja asentía con una sonrisa apenada.

Solo si quieres- Agrego desviando su mirada.

Algún día debía terminar...- Rasco su nuca.

Willy respiro hondo y se dirigió a aquella mesa con un pequeño taburete, se sentó en la pequeña estructura de madera y tomo la figura más avanzada de su proyecto más reciente.

Con cuidado tomo la pequeña arma blanca y comenzó a desprender pequeñas virutas de madera a cada movimiento lento y preciso que hacía con su mano derecha, mientras el suave sonido de la viruta caer sobre el piso y la mesa se hacía presente en el ambiente. Fácilmente pudieron haber estado viendo cada pequeño avance de la figura de madera por lo menos y dos horas, cuando Willy paro para estirar su cuerpo y apreciar con calma aquel objeto entre sus manos cayeron en cuenta del tiempo que había pasado.

Eran las 12:00 pm y el hambre comenzaba a hacerles gruñir el estómago en busca de algo de alimento.

¿Qué es lo que quieres comer?- Pregunto con una sonrisa amplia.

La verdad es que me apetece bastante un bombón como tú- Giño un ojo con tono coqueto.

Su cara ardió al escuchar aquellas palabras, tal vez nunca se acostumbraría a aquellos piropos, pero eso no quitaba el hecho de que le gustasen, si no fuera por su vergüenza también le hubiera dicho alguno, solo pudo rodar sus ojos verde esmeralda con cierto brillo y bufar por lo bajo mientras caminaba con dirección a la puerta.

Fargan, debes ir a comer, no es bueno que estés aquí todo el día...sin siquiera comer bien- Aconsejo con un leve tono de autoridad el de cabellera negra y ojos violetas.

No tengo hambre...- Hablo mientras miraba al chico de baja estatura y cabellos azabaches desaliñados.

Fargan...- Suspiro con cansancio.

Desde que Alex había caído en coma se encontraba en aquel hospital de limpias habitaciones y gran espacio que le hacía sentirse tan solo pero a la vez seguro. También se la pasaba en su celular, a pesar de estar cuidando a su amigo, trabajaba mediante este dispositivo, sus compañeros de trabajo daban su número de teléfono a las personas que acudían por ayuda y que estaban dentro de su sector, era así como pasaba gran parte del día hablando por teléfono mientras anotaba algunas cosas en su libreta junto a la compañía del pelinegro de baja estatura, a veces estaba Vegetta o Auron.

DESDE QUE TE VI SUPE QUE ERAS PARA MI||Rubirex||Soft loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora