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[𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐭𝐫𝐞𝐬: 𝐚𝐩𝐨𝐜𝐚𝐥𝐢𝐩𝐬𝐢𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐨𝐬)
𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐍𝐃𝐎 de comer Miri se levantó y agarró su bandeja para poder ir a tirar los restos.
-de que tanto se susurran pequeñas mierdesillas- pregunto Miri al ver qué sus mejores amigas se susurraban la una a la otra.
-Nada- dijo rápidamente on-jo.
-vamos on-jo Miri es nuestra mejor amiga, debes de decirle- I-sak empujó a Miri.
-Bien yo, yo le dije a Suhyeok que me gusta, y el no me dijo nada y planeo preguntarle a cheong-san- dijo rápidamente on-jo esperando la reacción de Miri.
-Oh pues, pues si pregúntale si en serio quieres saber- Miri apoyo pero dentro de ella sentía un poco de celos. Aunque no sabía el porque- de echo ahí viene- empujó a on-jo para que le preguntará a cheong-san.
-bien voy con nam, adiós I-sak, nos vemos en la siguiente clase- se despidió de su amiga sin saber que era la última vez que la vería en la vida común.
-Que haces Nam- se sentó en el regazo de su novio preguntándole.
-Nada nena solo veía los mensajes de mis padres- Gwi-nam apagó su celular y tomo de la cintura a su novia para evitar que se cayera.
Miri iba a hablar cuando varios estudiantes entraron corriendo despavoridos. Unos cerraron las puertas.
Miri y Gwi-nam se levantaron tratando de ver qué pasaba.
Estudiantes con la cara hinchada y llena de sangre queriendo entrar, nadie hacia nada, todos estaban es estado de shock.
Varios cristales sonaron habían roto las puertas.
Rápidamente se empezaron a atacar unos a los otros.
Miri estaba en shock no sabía que hacer.
-vamos! Min-ri vamos!- Gwi-nam le gritaba jalando de ella logrando que reaccióne y así tratando de salir.
Gwi-nam esquibava y aventaba a todo aquel que se le interpusiera en su camino. Pero una chica queriendo morderlo lo tacleo.
-Nam!- Grito Miri. Rápidamente buscaba algo con lo que quitarle la chica a su novio.
Agarro una bandeja y golpeó la cabeza de está pero no se movía.
Gwi-nam agarro un cuchillo y enterró esto en el cuello de la chica repetidamente causando que toda la sangre cayera en su camiseta tiñendola de rojo.
Miri se ayudó a gwi-nam a levantarse cuando las alarmas de incendio sonaban haciendo más difícil huir pues la agua hacia resbaladizo el piso.
Ambos de metieron en la cocina, metiéndose debajo de las mesas de metal, quedando Miri sentada entre las piernas de Gwi-nam con la cabeza en su pecho.
