Capítulo 4: AVENTURAS CRYPTÓNICAS

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Aunque acababan de llegar a su querida Rasta de mi alma y corazón, Eustaquio y Hermenegilda estaban muy exhaustos y necesitaban unas vacaciones calurosas. Después de una larga discusión no podían decidir otra cosa que no fuera el lugar más caliente de todo el universo, El Infierno.

-¿Cómo vamos a llegar al infierno mi amada diosa Hermenegilda?

-Hay muchas maneras de transporte hacia aquel tenebroso lugar, dice la leyenda que si le chupas el pie a un asmático te transportarán directamente allí.

-Pues vamos a probarlo, ¿conoces a algún asmático?

-En Rasta no hay asmático porque los porros que fuman protegen los pulmones, ¿Qué vamos a hacer?

-Guau soy asmática digo lesbiana guau guau- Dijo Toby Lesbian

-Omg Toby Lesbian, ¿eres asmática?

Toby Lesbian asintió con esmero, Hermenegilda corrió hacia Toby Lesbian muy apresuradamente y con su larga lengua maravillosa le lamió el pie a su nueva mascota, Toby Lesbian muy sorprendida salió corriendo y Eustaquio se lanzó hacia su pie para irse al infierno con su amada. Después de una larga persecución de 30 segundos Eustaquio lamió el pie de Toby Lesbian y una arcada le hizo vomitar.

- ¿Qué coño haces guarro?¿No ves que sigo aquí estúpido?- Dijo Hermenegilda con toneladas de vómito de Eustaquio por todo su rostro- ¿Qué has comido? ¿Fabada asturiana?- dijo Hermenegilda tocando los tropezones con cierto asco.

De repente Toby Lesbian sacó la lengua y limpió a Hermenegilda con mucha energía.

-Probemos otro método para ir Al Infierno

-Yo creo que si follamos en lo alto de esa colina iremos al infierno. -Dijo Eustaquio.

-¿Cómo sabes eso?

-Mmm pues, pues... lo leí... en... un artículo. -Dijo algo nervioso.

-Salido perturbado solo lo dices porque estás cachondo, pero por suerte para ti, yo también lo estoy.

Hermenegilda sacó sus alas de golondrina y echó al vuelo con Eustaquio en una cesta gigante. A medio camino una extraña nave en forma de chocho gigante pasó por delante y Hermenegilda se quedó con los ojos como platos, cuando pestañeó la nave desapareció y se dio cuenta de que alguien estaba gritando.

-¡Mi diosa amada Hermenegilda! Un accidente tremendo ha ocurrido y me encuentro aquí abajo entre cabras barbudas y plantas aromáticas.

Hermenegilda muy sorprendida aceleró su vuelo en picado y recogió a Eustaquio quien estaba aplastado debajo de una cabra.

-¿Como coño te has podido caer de esta grandiosa cesta estúpido?

- Mi diosa fue un accidente, frenaste muy rápido y salí disparado de la cesta.

- ¿Ahora encima será mi culpa que seas torpe? Anda cállate y hazme dedos.

- Como usted mande mi querida diosa.

Eustaquio sacó su mano todavía atrapado debajo de la cabra e introdujo su dedo en la vagina de Hermenegilda, ya habían pasado varios segundos cuando algo puntiagudo pinchó el dedo de Eustaquio. El paró repentinamente.

-¿Qué haces estúpido? ¿es que ni dos segundos aguantas trabajando?- Dijo Hermenegilda muy molesta.

-Oh mi diosa suprema Hermenigilda, algo me detuvo, he hallado en tu coño un objeto extraño que no aparece en los libros de educación sexual que me leí mientras estuve viviendo en la frontera andorrana.

Bajo el sol de RastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora